Transcurría enero de 1988. Mientras gran parte de los colombianos disfrutaba la temporada de vacaciones, el director Jorge Alí Triana, en compañía de su esposa Silvia Amaya, daba forma a lo que se convertiría en la producción más costosas y exitosa de la TV colombiana en sus 33 años de existencia: Los pecados de Inés de Hinojosa, una miniserie de siete capítulos de dos horas cada uno. Se “exiliaron” en la paradisíaca isla del Caribe, Providencia, hasta transformar la novela de Próspero Morales Pradilla en un guión televisivo de 900 páginas y 1006 escenas. Trabajaban de siete de la mañana a nueve de la noche, lejos de reuniones sociales, sets de grabación, teléfonos y periodistas. Durante abril y mayo, mientras planeaban el rodaje de la obra, se confeccionaban más de 500 vestidos, se acondicionaban 32 casas y se fabricaban las armas, monedas, joyas y artículos indispensables para recrear el ambiente en que se vivieron los sucesos que originaron la novela.El 15 de junio empezó la grabación en Barichara, una población a tres horas de Bucaramanga -la capital del departamento de Santander, en el noreste del país-, de clima tibio, arquitectura republicana con rezago de colonialismo español y calles de bloque de piedra. Cuatro meses y medio después, el 24 de octubre, se grabó en Villa de Leiva, población colonial a 180 Km de Bogotá, una escena que aunque correspondía al tercer capítulo, en el plan de rodaje era la última. Esa noche, hubo fuegos artificiales, licor, abrazos y despedidas. La fiesta terminó a las seis de la mañana.Al día siguiente, Los pecados de Inés de Hinojosa eran sólo recuerdos para la mayoría de las personas vinculadas a la serie, pero para el director Jorge Alí Triana comenzaban 29 días de supervisión de edición, musicalización y títulos. Once meses después de concebir la idea, el esfuerzo se vio recompensado, cuando a las 9:45 de la noche del 5 de noviembre los colombianos observaron el primer capítulo.La obra y sus protagonistasLa obra fue concebidos por los directivos de la programadora RTI como el gran especial para conmemorar sus 25 años en la TV colombiana. Por ello no escatimaron esfuerzos ni recursos: el elenco lo conformaron más de 70 actores y se invirtieron alrededor de 180 millones de pesos (algo más de US$450 mil).Radio Televisión Interamericana (RTI) es la primera programadora de TV de Colombia, por su trayectoria y calidad de sus programas. Su programación es muy completa y variada, pues incluye novelas, culturales, dramatizados, concursos, programas de opinión, humorísticos, costumbristas. Es una empresa privada independiente, presidida por Fernando Gómez Agudelo. RTI siempre se ha distinguido por el profesionalismo y la excelente calidad de sus programas. Los pecados de Inés de Hinojosa muestra, en un ambiente parroquial y recogido, las aventuras de amor y sexo, la intriga y el sino trágico que enmarcaron la vida de Inés de Hinojosa, una hermosa, sensual y encantadora mestiza que vivió durante el siglo XVI en tierras que conforman la geografía de Colombia y Venezuela. Hija de noble español y de india, fue el centro de atracción de una sociedad moralista e hipócrita: ningún hombre que la conoció pudo resistir su hechizo; su magnetismo fue tal, que los cronistas de la época dejaron testimonio de sus travesuras.La protagonista es Amparo Grisales, una talentosa actriz de 31 años, mestiza como Inés y poseedora de los atractivos que hicieron inmortal a su personaje. Su larga experiencia en cine y TV, así como su profesionalismo y la intuición que la caracteriza, la convirtieron en la persona precisa para representar este difícil y bello papel.Su compañera y cómplice, Juanita Hinojosa, fue protagonizado por Margarita Rosa de Francisco, de 23 años, quien se ganó el cariño de los colombianos como virreina de la belleza en 1984. Más tarde, sorprendió como modelo de comerciales y luego como actriz en una telenovela que hizo época: Gallito Ramírez, protagonizada por quien hoy es su esposo, el actor y cantante Carlos Vives. Y confirmó su talento y versatilidad como presentadora de noticias.La dirección de la serie estuvo a cargo de Jorge Alí Triana. Con más de 20 años de experiencia escribiendo, montado y dirigiendo obras de teatro y 15 años dirigiendo televisión y cine, ha recibido numerables premios en Colombia y el exterior. El autor es Próspero Morales Pradilla, destacado escritor y periodista nacional. Ha publicado ocho libros y ejercido el periodismo en importantes publicaciones del continente. La primera propuesta para llevar a la TV su obra le fue hecha en la nochebuena de 1986, apenas 13 días después que el libro saliera al mercado.Para escribir Los pecados, Morales Pradilla hurgó en cuanto libro se mencionaba a Inés de Hinojosa y recurrió a quiénes conocían algún dato sobre el famoso drama. Desempolvó documentos del Archivo Nacional y se asesoró de una paleógrafa para entender el antiguo e ilegible castellano en que fueron escritos.Anécdotas de la realizaciónRecrear para le televisión la vida de Inés de Hinojosa implicó las más costosa producción realizada jamás en Colombia. Se fabricaron todos los elementos que reprodujeran fielmente el temperamento ornamental de los españoles de la colonia y las costumbres de la época: joyas, armas, muebles, vestidos, etcétera.Las joyas fueron diseñadas por Aureum Diseñadores, que realizó un minucioso estudio de la joyería del renacimiento para llevar a cabo su trabajo. Se acuñaron monedas del siglo XVI (doblones duros, castellanos y tostones), se confeccionó la ropa interior a usanza de la época y se fabricó una vajilla de Amberes de 200 puestos. Igualmente, la música fue compuesta especialmente para la serie por el maestro Blas Emilio Atehortúa. Fue grabada en video, 1 pulgada, utilizando técnica cinematográfica, con una sola cámara. Para la confección del vestuario, la diseñadora Rosita Cabral, quien hizo una concienzuda investigación, montó un verdadero taller con la ayuda técnica de la firma Pat Primo. Ricardo Duque, encargado de la ambientación, diseño muebles modulares, para permitir su utilización en más de una escena.Para lograr una iluminación similar a la de la época (a base de velas y candelabros), Rodrigo Lalinde y su equipo de luminotécnicos tuvieron que inventar varios trucos. La producción de la serie fue tan rigurosa, que se presentó un caso realmente singular: La siembra de un árbol en Villa de Leiva, indispensable para la escena culminante de la obra, en la que Inés de Hinojosa es ahorcada. Como en el pueblo no había un árbol que se acomodara a la exigencias del guión, los técnicos de RTI decidieron transplantar uno al sitio escogido.La comercialización internacional de la serie, comenzada hace tres meses, es manejada por la empresa 20th Century Fox. La miniserie fue vendida a República Dominicana, Venezuela, Perú y Bolivia. En estos momentos se realizan negociaciones con empresas de EE UU, Costa Rica, España, Argentina y Ecuador.La versión internacional es sólo de 10 horas e incluye algunas escenas que no fueron emitidas en la televisión colombiana.Hasta ahora, además de Colombia, la serie sólo se ha visto en República Dominicana, dónde se calificó de “espectacular”. El éxito fue tal, que se la catalogó como una serie que hizo “historia en la TV” de ese país. El despliegue periodístico que le dio la prensa dominicana no tenía precedentes. Nunca antes, ningún programa de TV había despertado tanta atención entre la prensa dominicana.En los otros tres países donde ya se vendió, será emitida antes de fin de año. Con la realización de esta obra, la TV colombiana obtuvo el pasaporte a la madurez y se ganó un sitio en el difícil mercado internacional.(Carlos Eduardo Gozález, Bogotá)