(Ríchard Izarra, Miami). El crecimiento del mercado del entretenimiento generado por la explosión del video-caset hace apenas dos años, la TV por cable 24 horas al día y la proliferación de las antenas caseras para recibir TV por satélite, han empujado considerablemente la producción de espacios y películas para TV en todos los formatos. Este ánimo, por supuesto, también ha alcanzado a los productores latinos, tanto a los de estaciones de TV como aquellos independientes. La formula que ha motivado es básicamente matemática: A mayor mercado, menor riesgo. Miniseries, documentales, programas dedicados a la mujer, a los niños, espacios de concursos, de salud, de belleza, musicales, entrevistas, de servicio a la comunidad, espacios sobre películas y artistas y hasta de alta política, comenzaron de repente a ser producidos. Algunos de ellos ya se han visto en la pantalla. Unos están en proceso todavía y otros sólo han llegado a los monitores privados de los ejecutivos de TV que deciden si se compran o no.A pesar de que ahora hay un mayor mercado, invertir en TV sigue implicando un riesgo. La producción de cualquier programa, aún por corto que sea, es un proceso complejo, largo y colmado de un sin fin de imprevistos que pueden descalabrar todo el proyecto de la noche a la mañana. Sin embargo, en estos momentos, en toda Latinoamérica y en los Estados Unidos, cada día hay más productores que toman este riesgo y se lanzan a producir sus programas en forma independiente. Es decir, ellos mismos financian sus proyectos y son los únicos dueños de sus productos. La meta: venderlos a las plantas de TV, especialmente a una de las dos grandes cadenas de la TV Hispana de los Estados Unidos: Univisión ó Telemundo. La razón es obvia: pagan más. El mercado de España es otro objetivo de los productores latinos aunque por ahora ese mercado está más abierto a la películas para TV latinoamericanas que los espacios tradicionales.En esta entrega, el equipo editorial de nuestra revista ha querido indagar sobre la producción independiente en EE UU entrevistando a 3 libres realizadores ubicados en tres ciudades con alta población hispana: Nueva York, Los Ángeles y Miami. El primero de ellos es Marcelino Miyares, propietario de Times Square Studios, en Nueva York, donde se graba el exitoso show de Geraldo Rivera para la cadena ABC. Tiene además una productora llamada Hispanorama que se dedica a la producción de proyectos en español. El segundo es Luca Bentivoglio, de Los Ángeles. Tiene su propia compañía llamada como él mismo, Luca Bentivoglio Productions que realiza dos espacios semanales para Univisión, Desde Hollywood, en el cual Luca es el propio anfitrión y Tu música, un espacio básicamente de videos musicales. Ambos programas tienen bastante sintonía y son transmitidos en otros países. Luca, igualmente, tiene pensado producir un tercer programa para el segundo semestre de 1990. A diferencia de Desde Hollywood que se hace prácticamente en exteriores, su nueva aventura se produciría en un estudio: una especie de show nocturno de entrevistas y variedades al estilo del show del legendario Johny Carson de la TV anglo. Nuestro tercer entrevistado es Eduardo Rodrigo de Miami, productor de un interesante programa de TV que se desarrolla en una corte estadounidense de verdad para resolver disputas reales entre hispanos, utilizando a los verdaderos litigantes. El programa se llama La Corte y su productor, Eduardo Rodrigo, ha invertido en la realización del programa piloto unos US$70 mil. Ya tiene un año de producido y hasta ahora no ha podido venderlo.Para leer la entrevista de Marcelino Miyares, {www.produ.com/television/index.html?noti=16923}Para leer la entrevista de Luca Bentivoglio, {www.produ.com/television/index.html?noti=16924}Para leer la entrevista de Eduardo Rodrigo, {www.produ.com/television/index.html?noti=16925}.