Después de casi 30 años operando como Gloria’s Place en Nueva York, Gloria Piñeyro, una de las pioneras del mercado hispano de EE UU, ha cerrado su empresa, incorporándose a la compañía Wild Child de su sobrina Yvette Piñeyro, con un ritmo de trabajo menos intenso mientras va acomodando su etapa de retiro.En esta conversación con José Antonio Álvarez, colaborador de P&D/Izarra en Nueva York, Gloria explica su nueva situación, haciendo un resumen desde sus inicios.PRINCIPIO EN CUBAP&D: Usted empezó su carrera en Cuba donde su padre trabajaba en la industria de cine. ¿Qué puede decir del comienzo de su carrera?GP: Mi padre, Jorge Piñeyro, empezó el cine en Cuba en el año 1924, cuando el cine era mudo; él fue cinematógrafo. Como no encontraba gente (en Cuba) que le revelara, vino a EE UU y estudió con Eastman Kodak, cómo revelar. Los revelados se hacían a mano, había que preparar todos los químicos y todas esas cosas. Aprendió a revelar y abrió un laboratorio. Empezó con un noticiario que se llamaba, Actualidades habaneras. Después tuvo otro noticiario y trabajó en cine hasta la segunda guerra mundial, que trajo una escasez de material, obligándolo a cerrar el laboratorio de 35mm. Este centro de mi padre tenía laboratorio, tenía estudio donde se filmaron películas de Mapi Cortez, musicales, producciones de todas clases. Cuando se terminó la guerra, empezó la televisión en Cuba y él comenzó hacer comerciales parala televisión cubana, en los años 50-52. Yo crecí en ese ambiente. Empecé en 1956 haciendo comerciales. En realidad yo comencé revelando películas porque él no quería que yo trabajara en la industria; tu sabes, la mujer se debe casar, debe tener hijos y hacer todas esas cosas… Mi padre me puso los trabajos más pesados para que yo no trabajara en la industria. Me ponía a limpiar la máquina de revelar con una brocha, los fines de semana, para que yo desistiera. Pero, yo insistí y trabajé, hasta que salí de Cuba en 1961. Yo trabajé en el ICAIC por un año antes de salir de Cuba, con el hombre que tenía créditos en todos los documentales que se hacían en Cuba, Santiaguito Álvarez.Santiaguito me conocía porque él trabajaba en la industria de cine, antes de Fidel Castro. Laboraba para CMQ, una estación de televisión para la cual mi padre hacía muchas cosas. Cuando vino la revolución, Santiaguito empezó a trabajar en el Instituto de Cine y sabía que yo era editora. Bueno, me contrató bajo una semi amenaza que iban a complicar a mi papá. Salí de Cuba en el 61, después de la Bahía de Cochinos, y estuve en Miami seis meses. En marzo del 62, vine a Nueva York y he estado trabajando aquí desde entonces.EDITORA EN NUEVA YORKP&D: ¿Cómo empezó su carrera como editora?GP: Empecé a entrenar como editora en Cuba, yo cortaba comerciales y cositas chiquitas. Cuando llegué a Nueva York, fui a ver un señor, a través de una recomendación de un amigo, Manolo Alonso, que también tenia un noticiero, Noticiario nacional, en Cuba. Alonso me recomendó a León Levy, quien me dio una entrevista y me preguntó que sabía hacer. Yo le di la lista de las cosas que sabia hacer. En Cuba, todo el mundo hacía de todo. De limpiar el revelado, yo fotografiaba, yo grababa sonido, yo hacia todas esas cosas.El señor Levy me dijo muy finamente que me lo iba a creer porque era amigo de Manolo Alonso, pero que no repitiera eso porque la gente iba a pensar que era mentirosa, o que sabía demasiado y me iban coger miedo. Me preguntó cuál de todas esas cosas que sabía hacer prefería porque en EE UU solo se podía hacer una. Yo le respondí que yo quería hacer lo que me diera trabajo más rápido porque yo necesitaba trabajar ya. Me dijo que como mujer, lo más fácil era ser editora. Ese día se decidió mi carrera. Yo le dije: ¡Yo soy editora! Él me recomendó a una compañía y empecé como asistente.Al año y medio, Óscar Duisaide, un productor de cine cubano, me dio la oportunidad de editar un largometraje. Yo nunca, en mi vida, había editado un largometraje y no tenía la menor idea de como editar un largometraje, pero él no tenía dinero y yo necesitaba trabajar. El largometraje lo editaba por la noche en un lugar de gente cubana que se llamaba Cine-Periódico, aquí en Nueva York, donde me prestaban el equipo. Poquito a poquito fui aprendiendo que era lo que tenía que hacer; seguir el guión, cortaba una cosa y no funcionaba, la volvía a cortar, hasta que poco a poco. Para mi ese fue mi curso de graduación. La película se estrenó y dio dinero! (Bajo el cielo de Puerto Rico, dirigida por Ramón Peón).Después conseguí un trabajo editando documentales para la CBS, y trabaje con ellos por unaño, haciendo Eye on New York. Era un documental que salía los domingos sobre cosas de Nueva York.Luego trabajé en una compañía que se llamó Craven Films, editaba muchos trailers, cortos de películas y muchas historias de cómo se hacían las películas: The making of… filmes como Goodbye, Mr. Chip, They Shoot Horses, Don’t They, películas de los 60. También trabaje en The Gang that couldn’t Shoot Straight, Hanging Man, muchas películas de esa época.MERCADO EN ESPAÑOLEn 1972 me llamó Warner Brothers para editar trailers como Revolutionary, la primera película de John Voight Coming Home, Mission Impossible y otros trailers. Después me llamó MGM para que fuera a Los Ángeles a trabajar en la última película de Rita Heyward con Robert Mitchum. Después de eso abrí mi compañía, porque empezó la televisión en español. Cuando McDonald’s empezó a hacer comerciales, con Conill Advertising, Alicia Conill, una vieja amiga mía y con Guede Films, empecé hacer comerciales en Español. Poco a poco abrí mi compañía, Gloria Piñeyro Film Service. En 1978. Coincidió que tenía los comerciales y también unos documentales para el gobierno estadounidense sobre Latinoamérica. El gobierno me exigió que tuviera una oficina fija, que no podía ser freelance (trabajar por mi cuenta). Entonces abrí una compañía, alquilé un cuartico, compré un flatbed, y empecé hacer cine.P&D: ¿Se acuerda cuál equipo compró?GP: Kem. ¿Me acuerdo? ¡Todavía lo tengo!. ¿Sabes de alguien que lo quiera comprar? Me da pena botarlo. Lo tengo guardado y cada vez que lo quiero botar, pienso que me dio de comer tanto años, que me da lástima botarlo. ¡Es una reliquia!Poco a poco fui creciendo y ahora, el año pasado mi sobrina Yvette Piñeyro, aprendió el negocio y abrió su propia compañía. Ella fue a la universidad en Suny, Purchase (la universidad del Estado de Nueva York en Purchase). Ella no quería trabajar exclusivamente en el mercado hispano, entonces, el año pasado amplió sus facilidades y yo decidí que no quería buscar más espacio (de oficina) y me mudé para su compañía, Wild Child. Poco a poco hemos integrado las dos compañías. La mía ha dejado de existir y ahora es la de ella.P&D: ¿Cuándo empezó Yvette Piñeyro a trabajar con usted?GP: En 1993, cuando terminó la universidad donde estudio Cine. Empezó a trabajar como editora, y también dirigió 2 ó 3 videos musicales. Ella hacía estos trabajos en mi oficina, y también, se hacía parte de la producción en mi oficina. Poco a poco, ella fue buscando clientes, y abriendo (1996) su oficina, Wild Child, al frente de la mía. Desde entonces ella ha trabajado mucho en el mercado general. P&D: ¿Trabajó en la serie de Bugs Bunny para Warner Brothers?GP: Si, yo edité la serie de televisión de los sábados por la mañana de Bugs Bunny. Yo editaba los cartones en el orden correcto, construyendo las transiciones y editando los cartones, también. Eso lo hice con mi compañía, como en el año 80.P&D: ¿Cuándo cambió el nombre de su compañía a Gloria’s Place?GP: Bueno, primero yo era la única editora en la compañía, y cuando me mudé de Broadway a la calle 21, ahí, tenía más empleados, tenía ya tres editores, tres cuartos de edición. En ese tiempo, todo el mundo se refería a mi lugar como “Gloria’s”, todo el mundo decía, vamos a “Gloria’s”. Un buen día se me ocurrió darle el nombre a la compañía, Gloria’s Place. Fue en el año 85.P&D: ¿Que clientes tuvo su compañía?GP: En realidad, tenía clientes que hacían publicidad en español. Tenía a Conill, a Castor Fernández, Bravo. Después de eso tuve a Vidal Partnership.P&D: ¿Qué proyectos fueron memorables?GP: Para mi, los largometrajes siempre han sido memorables; o documentales largos. Los comerciales, llega un momento donde uno los confunde en su cabeza. Llega un momento donde todos los McDonald’s lucen como todos los McDonald’s; no hay una diferencia. Bueno, memorables, yo hice El Súper con León Ichaso y Orlando Jiménez Leal. Hice una película colombiana que se llamó La muerte del difunto, que se llevó un premio en el Festival de Cine de Cartagena. También hice documentales con Orlando Jiménez Leal, La otra Cuba, En sus propias palabras, con Jorge Ulla, Nadie quiso escuchar, dirigidas por Néstor Almendros y Jorge Ulla.P&D: Recientemente has terminado dos documentales que se estrenaron en el Miami Film Festival…GP: Mary Rodríguez Ichaso, la hermana de León Ichaso, que es una persona encantadora, los filmó. El primero se llama Amargadas por el paraíso. Este documental es acerca de mujeres. La única persona que trabajo en este proyecto que no era mujer fue el camarógrafo. Es una obra de mujeres y la obra me interesó muchísimo, por eso. Yo no soy feminista, pero me encantó que todas eran mujeres. Son unas entrevistas sobre las experiencias de las mujeres en Cuba, como afectaron su vida. Se llama Amargadas por el paraíso, porque el paraíso de Cuba, la revolución cubana les marcó la vida a ellas. Hay mujeres que le fusilaron al marido, mujeres que tuvieron que salir en bote, hay mujeres que perdieron la vida luchando, hay mujeres que se convirtieron en comunistas, tuvimos una jinete que se convirtió en prostituta; toda la manera que afectó la revolución a esa mujeres. Tenemos unas grandes entrevistas, en Miami, con viejitas exiliadas de la primera época; cómo esa mujeres vinieron, cómo empezaron su vida de nuevo, algunas tenían muy buena posición en Cuba, y de buenas a primera, tenían que recoger tomates, todas esas experiencias…La segunda, es un documental sobre la niñez cubana, Made in Cuba: Niños del paraíso. Estos son niños que se criaron en la revolución cubana. Nadie que fue entrevistado es mayor de 30 años, todos nacieron dentro de la revolución. ¿Cómo los afectó la revolución?, ¿Cómo es la educación hoy en día en la revolución cubana?. Les enseñan a decir “r” por revolución, es decir, les enseñan el abecedario con la política desde el momento que nacen. El documental de las mujeres fue estrenado el año 2000, y el de los niños fue estrenado en el festival del 2001 en la sección de documentales. El de las mujeres tuvo muy buena recepción, también, fue enseñado en universidades y fue invitado al festival de cine de Derechos Humanos en la República Checa. El de los niños ha estado en Venezuela, México, lo han exhibido en Puerto Rico, en Miami, ha tenido muy buena atención.P&D: ¿Cuándo cerró Gloria’s Place?GP: El 2001. Es más fácil hacer todo por una sola compañía, tener una sola administración. A los clientes les gusta venir aquí. Como yo me quiero retirar, me estoy retirando. Bueno, yo quiero seguir editando. No me importa seguir editando un comercial o dos, si el cliente quiere que yo lo haga, pero la realidad, después de editar comerciales por 28 años, llega un momento que uno dice, ¡ya! Quiero hacer largometrajes, quiero hacer documentales, proyectos de larga duración y que no tengan ese air date (día de ir al aire) que tiene los comerciales. Los comerciales antes de hacerse, ya tienen un air date. Muchos comerciales se tienen que terminar urgentemente, y yo no quiero seguir en eso.Ya yo tengo una casita en al playa, y la quiero disfrutar más y tener menos presión.Wild Child es un compañía más grande, que necesita más administración. Aquí la administración la hace Yvette. Yo salgo con los clientes a almorzar.Ver {Reel de Gloria Piñeyro;www.produ.tv/index.html?noti=543}.