Una red de TV comunitaria está proponiendo ser creada por los grupos que apoyan al gobierno del Presidente Hugo Chávez en Venezuela como respuesta a lo que el oficialismo llama la parcialización de las cadenas de TV privadas venezolanas en pro de la oposición y en contra del gobierno.Igualmente altos funcionarios del gobierno están presionando al Presidente para que les quite la concesión de la frecuencia a las televisoras debido a tal parcialización en estos 32 días de paro, la mayor huelga en la historia del país, cuyos resultados son todavía impredecibles. Referente al papel que tienen los medios venezolanos en estos momentos, uno de los editores más importantes del país, cuya identidad se reserva debido a motivos de seguridad, dijo a produ.com lo siguiente: “El tema de los medios merece una explicación aparte, pues Chávez los descalificó, amenazó y enguerrilló de tal manera que les hizo abandonar hasta la imparcialidad informativa de que hacen gala en la democracia todos los medios serios. Perder esta cualidad es realmente peligroso. Sin embargo los medios lo han hecho, básicamente porque Chávez los acorraló y los convirtió en abiertos militantes del antichavismo. Ojo, no sólo por haberlos insultado abiertamente, sino por haber ‘secuestrado’ los poderes al punto de que el famoso ‘poder moral’ establecido en la nueva constitución es ficticio: fiscalía, defensoría, etc, están en manos de testaferros o amanuenses del gobierno. Y los tribunales operan peor que cuando reinaba la tristemente célebre ‘Tribu de David’. ¿Por dónde surgen entonces las denuncias? ¡Por los medios! Con el consabido riesgo de que las noticias u opiniones conviertan determinados hechos en ‘cosa juzgada’. Y de paso, hay otra cosa que ha convertido a los medios en participantes claves de todo esto, y es la falta de verdaderos líderes en la oposición. Como no hay figuras con carisma y proyectos claros (hay muchos jugando a ver como se quedan con el coroto, pero la gente les tiene desconfianza), son los medios los que actúan como faros, como guías. Cuando todo esto pase, los medios deberán hacer un esfuerzo realmente grande para volver a encarrilarse. Es un Case history como les gusta decir a los publicistas. Algo muy interesante”.Referente a la situación en general, señaló:“Es muy singular el movimiento que se ha creado aquí y que sin duda hay que agradecérselo a Chávez, el gran unificador: La clase media que hace 25 años conocí como políticamente abúlica y económicamente aburrida, está hoy en pie de lucha, en las calles, dando una batalla por encima de sus propios dirigentes, creando nuevos liderazgos y empujando una salida democrática con una paciencia, una constancia y una entereza realmente admirables. Cuando todo esto comenzó, hace casi cuatro años, le dije a mi esposa que había que tener confianza en ‘el espíritu democrático del pueblo venezolano’. Yo lo dije pensando que mientras casi toda Latinoamérica estaba sumida en atroces dictaduras (Brasil, Chile, Argentina, Nicaragua, Paraguay, Bolivia, Perú, Uruguay y no se si me falta alguno), Venezuela daba ejemplo como claro faro de democracia, no sólo brindando generoso asilo, sino poniéndose al frente en la lucha por las libertades. Juro que yo siempre pensé que había en verdad un profundo sentir democrático y un gran amor por la libertad, y este momento histórico me da la razón. Hugo Chávez, por su parte, más allá de haber unificado a todos en su contra, ha hecho el peor gobierno de que tenga memoria la democracia. Había que ser malo para superar a Luis Herrera o Lusinchi, pero este señor lo ha conseguido y lo imperdonable, en su caso, es que tenía todo para ganar y arrojó a la basura no sólo su popularidad y su potencial, sino la esperanza que le confirió casi el 80% de la población, según las encuestas independientes (las mismas que hoy dicen que no llega a tener 30%). Ganó con 56% de los votos de la Venezuela que votaba. Hoy creo que perdería de modo abrumador, no sólo porque votarían en su contra muchos de los que lo hicieron a favor, sino porque en verdad votaría mucha más gente y casi todos en su contra. Es imperdonable lo que hizo: peleó con los empresarios, con la iglesia, con los sindicatos, con los gremios profesionales, y hasta con sus aliados y aún con sus partidarios principales. Gobernó -es un decir- no como Presidente de todos los venezolanos, sino para una sola fracción de gente. Pero esa fracción no era la que él suponía. Porque no estaban empatados en este delirio que él llama ‘revolución’ y que en verdad no tiene dolientes, sino clientes. Aquí hay muchísima gente que se ha hecho millonaria robando a manos tan llenas que no lo pueden ocultar. Y los desaguisados superan en mucho la corrupción de lo peor de los gobiernos anteriores”.