“Caray, potente terremoto pasó por Televisa. Mínimo 9º en la escala de Richter” le dije a un ejecutivo televiso amigo mío. “Pues no, fue de 18º” contestó.
Tal sacudón no se había sentido desde abril de 1997, hace 20 años, cuando murió el Tigre Azcárraga y su hijo Emilio se hizo cargo moviendo los cimientos de la empresa, ajustando la cartera de accionistas, reduciendo drásticamente el personal y trazando una nueva política de cambios y aperturas en su rol social con el país.
Ese impulso dio vida a los “Cuatro fantásticos”: Emilio con sus dos amigos del colegio —Bernardo Gómez y Pepe Bastón— y con el único abogado de confianza que conocía —Alfonso de Angoitia— se repartieron las tareas de la empresa y la rehicieron, saneándola económicamente, actualizándola en tecnología y tendencias y apostando valientemente a una expansión internacional.
Unos 17 años duró el éxito y la gran bonanza de los fantásticos, y de repente, aparentemente presionados por las demandas de sus socios de Univisión por una programación más moderna, el acelerado y disruptivo cambio en los hábitos de consumir contenido, y en una baja en las ventas de publicidad y valor de las acciones, conspiraron para sacar a Pepe Bastón del mando de la fábrica para ponerla a entera disposición de Univisión bajo la sombrilla del colomboamericano Isaac Lee, presidente de Noticias y Entretenimiento, a quien se le califica de muy buen estratega y cercano a Emilio desde su participación hace años en Televisa Publishing.
Desde entonces, un mar de rumores se ha desatado sobre el futuro de la gerencia general de Televisa. Lo que sí se da por cierto es que han salido unas dos mil personas, la fábrica de San Ángel ha sido totalmente reestructurada y se ve como hecho el regreso de la hermana de Emilio, Ariadna Azcárraga, con un rol directivo.
Otros sucesos verídicos han sido, uno, el éxito del primer producto de la nueva jefatura integrada Univisión-Televisa: La doble vida de Estela Carrillo, tanto en México como en EE UU. Dos, la renovada imagen de Televisa proyectada en el upfront de Univisión en Nueva York con productos atractivos y modernos, muy aplaudidos, y tres, la actitud positiva y esperanzadora de Rosy Ocampo en su primer encuentro con PRODU ya como la jefa de San Ángel: destacó la unidad y conveniencia de la pantalla de Televisa, y Univisión celebró el desempeño de los productos actuales en el primetime y respaldó la producción de la telenovela, pero ahora moderna y más real, género muy atractivo todavía para la audiencia mexicana y la mexicanoamericana.
Todo indica que el terremoto ha repotenciado y revitalizado la gran Televisa.