Dubbing House estuvo sin operaciones cinco meses por la pandemia. El tiempo fue aprovechado en preparar a la empresa para crecer. Su CEO cuenta que en estos tiempos disruptivos lograron obtener el importante certificado Trust Partner Network (TPN), un sello que les permite entrar en las grandes ligas del doblaje porque es un requisito que exigen los majors del contenido.
“Como trabajamos con un intangible que es la propiedad intelectual, se gastan muchos millones de dólares en las producciones, por lo que un enemigo a vencer es la piratería” señala. “El certificado no es un lujo, es una necesidad y nos ha traído buenas cosas”.
Como miembros de la Cámara Nacional del Cine en México, Arregui resalta su preocupación por la caída de la ventana de exhibición en salas, que ha implicado una reducción en el doblaje para cine. Sin embargo, el ejecutivo asegura que el cine y los streamings empiezan a ser plataformas complementarias para enfrentar el problema.
También destaca el impacto que ha tenido, y tendrá en el futuro, la desaparición de los fondos y fideicomisos del Estado para apoyar la producción en México.
Durante la pandemia, Dubbing House también estuvo trabajando en piezas dobladas al náhualt y el maya, lenguas originarias mexicanas que hablan al menos cuatro millones de personas, con mensajes de prevención.
Vea en esta entrevista la revisión que hace Arregui, con 35 años de experiencia en la industria del doblaje, sobre los desafíos que enfrenta este negocio en la nueva normalidad.