Cuando Josy Barrios estudiaba ingeniería de sonido en la Universidad Técnica Cosmos de Bolivia, la única en su país que da la carrera, era una de las ocho mujeres que la cursaban. Egresó hace apenas cinco años, pero cree que la brecha de las mujeres en las áreas técnicas del audiovisual comienza a reducirse.
“No he encontrado obstáculos, pero sí se presentan prejuicios cuando eres mujer y te dedicas al área técnica. En los equipos te empiezan a testear, porque siempre ponen en duda si sabes. Entre hombres se tratan de forma igualitaria” comenta la sonidista de campo, que actualmente trabaja en Proaudio, de las pocas empresas dedicadas al área en Bolivia.
Las mujeres en las áreas técnicas del sonido de la industria audiovisual también son pocas. Su preparación la hizo ya en la práctica laboral, porque la formación y el campo de trabajo está totalmente enfocado a lo musical. Barrios ha trabajado en registro de campo, edición de diálogos y como artista de foley, los que manipulan objetos para recrear sonidos, como si fueran músicos. “Me gusta mucho esta área y el trabajo en estudio, porque es la que da más libertad creativa”.
Esperar en el lago, Unay y Las malcogidas son algunos de los largometrajes en los que ha trabajado en distintas áreas dentro del departamento de audio. También trabajó en Adán y Eva Newton, de Nicolás Drweski, una película franco-boliviana en 3D con un particular diseño sonoro que implicó hacer mezcla de sonido en vivo durante la proyección a través de 32 parlantes colocados en la sala
La sonidista señala que Bolivia es terreno para que el área crezca, pues no existen estudios especializados en posproducción para audiovisual, pero sí se están creando muchas productoras. La pandemia también impulsó una organización del sector para crear redes de trabajo y formación. El año pasado se nació la Asociación de Sonidistas Audiovisuales de Bolivia.
“Todas las asociaciones que se fueron armando para ayudar en la emergencia por la pandemia que estamos pasando todos, se han convertido en una buena oportunidad de crear redes y hacer contactos, porque en la industria tendemos a cerrarnos en grupos de amistades”.
A finales de febrero se realizó el primer encuentro de la Audio Engineering Society, capítulo Bolivia, creada hace dos años, que está dedicado al trabajo en audiovisual.