La escritora Carolina Rivera junto al director y productor Fernando Sariñana, ambos showrunners y además pareja, con más de 35 años de experiencia haciendo contenidos, recibieron a Ríchard Izarra en su casa, para un #PRODUprimetime. En la conversación hablaron sobre la irrupción de las plataformas, el cambio al estandarizar la manera en como se produce contenido en México, la necesidad de formar a las nuevas generaciones y las iniciativas que tienen con Netflix, su experiencia en la producción en EE UU, la propiedad del IP y su propia familia, toda involucrada en la creación de contenido audiovisual.
ANTES Y DESPUÉS DE NETFLIX
Comentaron el cambio notable en la industria tras la llegada de las plataformas, en concreto Netflix, pues ha permitido estandarizar un modo de hacer televisión, con procesos muy definidos, tal como ocurre en la industria estadounidense y que en México no existía.
“Antes, para tener estabilidad en la industria, había que hacer telenovelas” dijo Sariñana, tras destacar la importancia de contar con un equipo técnico y las dificultades que existen en el país para armarlo, por la cantidad de contenido que se está produciendo. De allí la importancia de formar directores, escritores y showrunners. “Es más difícil armar un crew que crear una historia” dijeron.
Un concepto que ha llegado con las plataformas es el de showrunner, el cual, aún no está del todo comprendido. Carolina Rivera explicó que tiene mucho que ver con la parte creativa, por lo que mucha veces es un escritor o una persona que ha estado en el proyecto desde el momento de la creación de la idea. Fernando Sariñana apuntó que la figura ha evolucionado en EE UU, donde hay parejas de showrunners, uno más especializado en el set y la producción y otro en el cuarto de escritores, como es el caso de ellos dos que suelen trabajar juntos, o la figura del director producer, mano derecha del showrunner, quien establece el tono de la serie en conjunto con el showrunner.
Otro elemento diferente es la presión, que sigue siendo mayor en la creación de una telenovela, pero que varía en el caso de las series para plataformas por la calidad en la entrega. “La presión por las entregas ha existido toda la vida, antes y después de las plataformas, y puedo decir que con la entrada de las plataformas y la profesionalización de la industria, también han crecido los presupuestos y eso se ha traducido en más tiempo, porque la calidad ha subido” dijo Carolina Rivera.
Por su parte, Fernando Sariñana comentó que el secreto está en la profesionalización, para que todo el equipo haga lo que tiene que hacer con la calidad y velocidad correcta. “Las plataformas exigen un look casi de cine, pero filmando siete páginas diarias”.
Rivera recalcó lo emocionante del momento, ya que conviven todos los formatos al mismo tiempo. “Las telenovelas continúan siendo muy importantes para nuestro mercado. Es donde están las estrellas, los ratings. Admiro el formato. Me encanta este momento, cada vez hay más demanda, y el cine a pesar de la pandemia no ha muerto” dijo.
LA EDAD DE ORO
Para Fernando Sariñana es una maravilla tener la posibilidad de hacer todo el trabajo que en este momento tienen por delante. En su caso, afirma, están haciendo series, pero también desarrollando películas, además de una posibilidad de teleseries, y comedias (que siempre han hecho). Hay más trabajo, más presupuesto, más libertad creativa y una audiencia internacional para los contenidos.
Para Carolina Rivera están en la edad de oro, y en parte su riqueza está en la conversación y aprendizaje conjunto con los nuevos talentos.
Sariñana agregó que en cierto momento estuvieron supervisando cuatro sets al mismo tiempo, pero que con las herramientas, la energía y un equipo preparado se puede hacer, “pues tenemos asistentes de showrunners que ya podrían ser showrunners, que son unas joyas, y te ayudan a poder delegar” dijo. Rivera comentó que además tienen gran energía, que proviene de la pasión y gusto por hacer lo que hacen.
FORMACIÓN DE NUEVO TALENTO
Confesaron que están en busca, junto a Netflix, de la manera de crear programas que permitan incluir a nuevos talentos y formarlos para las necesidades de la industria.
Recordaron que en EE UU existe la figura del shadowing, y que durante Jane the Virgin les correspondió trabajar bajo esa figura. “Uno cree que sabe todo y de pronto llega a esta industria, a esta manera de trabajar, y de repente dices: “Ah, con razón trabajan como trabajan y con razón hacen lo que hacen”. Hay como toda una estructura. Y lo que en un principio me parecía casi denigrante y cómo yo voy a hacer shadowing, luego lo agradeces” dijo Sariñana. A Rivero también le correspondió estar en los más bajos escalones en la jerarquía del cuarto de escritores de esa producción, y asegura que fue enorme el aprendizaje.
Por ello, una posibilidad es invitar a directores a hacer shadowing, y así comprender el sistema más eficiente para dirigir la cantidad de páginas que hay que hacer cada día, o como mueves las dos cámaras, cómo funciona el show, cual es el papel del director y del showrunner, etc.
PROPIEDAD DEL IP
Carolina Rivera explicó que, en el modo en el que trabaja las plataformas, muchas veces son las que ponen el dinero para el desarrollo, por lo que se quedan con el IP. “El tiempo que estuve allá, pues Jennie Urman, por ejemplo, tenía un deal de desarrollo con CBS, todo lo que ella hacía y lo que producía su cerebro es de CBS. Como me imagino que Shonda Rhimes en Netflix”.
Fernando Sariñana acotó: “A lo mejor va cambiando, pero también Jennie Urman todo lo que produce su cerebro se lo queda CBS, pero CBS le paga US$5 millones al año y entonces dice: “está bien seguiré, quédense con mi cerebro y con lo que sé, no pasa nada si me vas a pagar US$6 millones más lo que me produzca”, dijo, tras comentar que efectivamente financiar un room de escritores para hacer los diez libros que hay que hacer, cuesta mucho dinero.
“Nosotros ahora estamos muy contentos con la manera en la que estamos trabajando. Siempre desarrollamos el concepto, la idea, el guion, una idea de hacia dónde va y entonces sales a vender eso. Y entonces cada vez hay más clientes posibles” dijo Fernando Sariñana.
Afirmaron que trabajar con Netflix ha sido excelente, pues hay debate, creación conjunta y mucho respeto. Carolina Rivera tiene un contrato de exclusividad de desarrollo con esta plataforma. “Desde el principio del deal ellos entendieron perfectamente que no podíamos ser exclusivos los dos. Porque yo no voy a dejar de dirigir en EE UU y no por una cuestión de ego, sino por una cuestión de aprendizaje” explicó Fernando Sariñana.
CENSURA Y LIBERTAD
Ambos dijeron que hace veinte años la censura era muy fuerte, y que en este momento se puede abordar casi cualquier tema al escribir un contenido. En clave de comedia, han podido abordar desde lo que se espera de la mujer y de la madre en concreto, en Madre solo hay dos, temas muy fuertes como en Guerra de vecinos, como el clasismo, el racismo, la discriminación, la polarización y la inclusión. Adelantaron que en próximas producciones, seguirán abordando el tema de la mujer, buscando un componente de reflexión en todos los casos.
UNA FAMILIA DE ARTISTAS
Los tres hijos de Fernando Sariñana y Carolina Rivera han ido enfocando sus carreras hacia la industria del cine y la televisión. Sebastián es director y showrunner; Fernando estudió finanzas y trabaja con ellos en La Granja, la empresa que tienen, mientras Ximena es actriz, y también hace música. Han colaborado para las series en las que trabaja la pareja, pero también han llevado sus carreras de forma independiente, trabajando con plataformas en EE UU.
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