“Todos sabemos cuán profesional, duro en
negociación, excelente mentor y juguetón era Walter” lo describió Santiago Lami Dozo, que lo conoció cuando trabajaba en CDC.
Lami Dozo contó una anécdota que muestra otras facetas que sus numerosos amigos de la industria
seguramente reconocerán. “Estábamos en un Natpe a inicios de siglo en Las
Vegas. Mis jefes habían decidido invitar a selectos compradores para asistir a ‛O’
del Cirque du Soleil. Walter, con quien la relación era todavía incipiente pese
a haberse iniciado años atrás, aceptó la invitación. Llegó el gran día y mis jefes decretaron que
los tenía que reemplazar porque había un imprevisto. El show empezaba tarde,
así que, como buen belguita, llegué puntual… Y comido. Tras un deslumbrante espectáculo, durante el
cual lo vi maravillarse y emocionarse pese a haberlo visto ya una incalculable
cantidad de veces, Walter me preguntó adónde íbamos a cenar. Al ver mi cara sorprendida, sonrió como solo él
lo solía hacer, y volvió a preguntar ¿Adónde vamos a cenar? Llamé a mis
jefes y lo que me temía se confirmó, no había nada previsto después del show. Algo incómodo, le contesté ingenuamente que algo
íbamos a encontrar en una ciudad donde a esa misma hora cenaban cientos de
profesionales de la industria y una multitud de turistas y jugadores. Tras un
día de citas, lo hice caminar por más de una hora, yendo de un restaurante a
otro, pero en ninguno había lugar. Pasamos entonces frente al self-service del
Hotel París, y ya sin opciones (no iba tampoco a llevarlo a un patio de comidas) le
dije que allí sí habría lugar. Su respuesta se hizo esperar un poco, su sonrisa
seguía intacta. Soltó una carcajada y dijo “qué divertido, nunca estuve, dale,
vamos”.
Nos sentamos en un banco, él con su sándwich de
queso con miel, yo con dos botellitas de vino tinto. Hablamos de todo lo que nos
apasionaba: televisión, cine, música, y vinos, mientras bebíamos lo peor
producido por el suelo francés. En ese mismísimo lugar nació una amistad de más
de 20 años que te sobrevivirá, Walter. Eso sí, a
partir de ese entonces, nunca me dejó encargarme de la reservación de los
restaurantes…” finalizó.