“Regeneración”, “regenerar” y “regenerativo” son términos que han empezado a inundar la conversacion al punto que se habla sobre la nueva “sostenibilidad”. Según cifras de Forster Communications, una agencia londinense de comunicaciones especializada en este tema y el cambio social, las menciones de estas palabras han aumentado un 43% en las noticias en línea y un 282% en las redes sociales en el último año.
“Cada vez más las marcas y las empresas utilizan el término para describir su enfoque positivo de los desafíos ambientales, regeneración se está usando para todo, desde la arquitectura hasta la moda, el té, los viajes, el cuidado de la piel e incluso el cuero” dijo Amanda Powell-Smith, Chief Executive de Forster Communications, en un artículo para Sustainable Brands.
Explica que la palabra originalmente se usaba para describir un enfoque de la agricultura. “La agricultura regenerativa trata de producir alimentos mientras se restauran suelos degradados y poblaciones de vida silvestre y especies de plantas agotadas. En este contexto, el uso de la palabra ‘regenerativo’ tiene sentido: mantener en equilibrio los ecosistemas vivos. “Como existen métricas para medir resultados tangibles, como por ejemplo, un mayor porcentaje de materia orgánica en el suelo o un aumento en el número de insectos, podemos rastrear el cambio”.
Las cosas se vuelven complicadas cuando el término se aplica a los sistemas humanos. “Tal como están las cosas, el término sigue siendo demasiado amplio para poder responder a estas preguntas de una manera coherente y significativa” dijo. Pero al relacionarlo con la economía, tiene muchas similitudes con la idea de una economía del bienestar, que se trata de curación y recuperación. “De esta manera ofrece una claridad mucho mayor porque existe un conjunto de métricas existentes para permitir la medición tanto de personas sanas como de un planeta sano”.
Puso como ejemplo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que proporciona cifras globales sobre la esperanza de vida y las tasas de mortalidad maternoinfantil, o la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza que actualiza una lista de fauna silvestre en peligro de extinción. “Para garantizar un progreso genuino, necesitamos un conjunto universal de principios que sustenten la economía regenerativa y una forma estandarizada de cuantificar el éxito. De lo contrario, el término perderá su significado y se convertirá en otra insignia vacía explotada por los ecologistas y los negadores del cambio climático por igual” destacó.
Como líder de una agencia de comunicaciones, Powell-Smith dijo que se debe tener cuidado con el uso del lenguaje. “No debemos decidir que la palabra ‘sostenible’ ya no es importante o relevante. Su significado es crítico, pero sigue siendo ampliamente malinterpretado y muchos lo alinean solo con el medio ambiente, cuando se trata de construir un futuro inclusivo y resistente tanto para las personas como para el planeta”.
Citó la definición que hace Naciones Unidas de sostenible: ‘Satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades’, y dijo que esto no se logrará sin la reparación, renovación y regeneración de nuestro mundo natural.
Destacó que no se puede permitir que el término “regenerativo” o “regeneración” se convierta en la última tendencia, una etiqueta que se pega a cualquier cosa como una forma de hacer que suene positivo y tranquilizador. “Aquellos que quieran usar palabras como ‘sostenible’ y ‘regenerativo’ siempre deben aliarse con sustancia, pensamiento e impacto reales. Las palabras son importantes y lo que representan nos importa a todos”.