La Autoridad
de Competencia de Mercados del Reino Unido (CMA), después de un minucioso
escrutinio regulatorio que abarcó casi dos años, finalmente ha otorgado su
aprobación al acuerdo que sella la adquisición de Activision-Blizzard por parte
de Microsoft, una operación valorada en US$69 mil millones.
Este dictamen
marca un hito significativo en la industria de los videojuegos, después de que la
CMA otorgó su visto bueno bajo la condición de que Microsoft ceda los derechos
de transmisión en la nube de Activision a la distribuidora francesa Ubisoft, un
acuerdo que tendrá una duración de 15 años.
Sarah
Cardell, directora ejecutiva de la CMA, enfatizó la importancia de esta medida “Con
la venta de los derechos de transmisión en la nube de Activision a Ubisoft,
hemos asegurado que Microsoft no alcance un monopolio en este crucial mercado
en constante crecimiento. Esta intervención está destinada a garantizar que los
consumidores disfruten de una mayor competencia, servicios mejorados y una
amplia variedad de opciones. Es importante destacar que somos la única agencia
de competencia en el mundo que ha logrado este resultado”.
El
presidente de Microsoft, Brad Smith, celebró con entusiasmo la decisión del
regulador británico, que representaba el último gran obstáculo regulatorio que
debía superarse para concretar esta adquisición. Por su parte, Phil Spencer,
líder de la división de Xbox de Microsoft, extendió una cordial bienvenida al
equipo de Activision.
“Continuaremos
expandiendo la disponibilidad de juegos en diversos entornos, y esto comienza
ahora al permitir a proveedores y jugadores de transmisión en la nube
transmitir juegos de Activision Blizzard en el Espacio Económico Europeo”
señaló Spencer.
Para
Microsoft, la adquisición de Activision Blizzard ha supuesto la superación de
varios desafíos regulatorios, ya que esta fusión la colocará como el tercer
actor dominante en el mercado de videojuegos, detrás de la empresa china
Tencent y Sony, la empresa matriz de PlayStation.
Cabe
destacar que la Comisión Europea fue la primera autoridad en otorgar su
aprobación a la adquisición en mayo, seguida de la victoria de Microsoft en el
juicio contra la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) en julio.
En contraste, el regulador británico mostró inicialmente ciertas reservas y llegó
incluso a bloquear la fusión, lo que finalmente condujo a una reestructuración
de la transacción y, finalmente, a la reciente aprobación.
Ambas partes tienen previsto cerrar
la fusión. Una vez finalizada la adquisición, se espera que Microsoft incorpore
los juegos más populares de Activision, como Call of Duty, World of Warcraft y Diablo, a su servicio de
suscripción Xbox Game Pass, lo que contribuirá a expandir su catálogo y
fortalecer su presencia en el negocio de streaming de videojuegos al aumentar
su base de usuarios de pago.