La Bonga es un documental colombiano producido por Jarana Cine y el colectivo de comunicaciones Kuchá Suto. Su dirección corrió por cuenta de los realizadores Sebastián Pinzón y Canela Reyes.
El formato cuenta la historia de la comunidad palenquera de La Bonga, que el 5 de abril del 2001 recibió una amenaza de muerte por parte de un grupo paramilitar. Dicho acto provocó la huida de todos los habitantes de este pueblo que solía ubicarse en la zona rural de San Basilio de Palenque, un corregimiento ubicado en el municipio de Mahates, dentro del departamento de Bolívar, a 50 kilómetros de Cartagena.
Veinte años después, cientos de personas emprendieron un viaje simbólico por las selvas del Caribe colombiano para retornar al sitio que alguna vez fue su hogar y hacer allí una gran celebración. Asimismo, el contenido cuenta el periplo de María de los Santos, quien hasta antes del reencuentro colectivo había sido la única persona que se había atrevido a regresar a la aldea (eso a pesar de que el paso del tiempo ha deteriorado gran parte de sus casas y construcciones).
Pinzón contó que desde hace ocho años trabaja en San Basilio de Palenque junto a Kuchá Suto (organización que busca divulgar la memoria de este territorio). A través de esa cooperación pudo conocer la historia de María y de su pueblo. Entonces, en 2018, gracias al trabajo de varios líderes sociales del sector, surgió la idea de hacer un festejo en La Bonga con los antiguos pobladores.
El director relató que él y su equipo filmaron durante casi dos años el proceso de planeación para la fiesta, durante el cual se efectuaron múltiples reuniones y comités. En paralelo, el proyecto audiovisual obtuvo financiación gracias a diferentes becas de desarrollo y producción otorgadas por el Sundance Institute. Asimismo, recibieron recursos de otras entidades de EE UU y Europa como Catapult Film Fund, Nia Tero y Visions Sud Est.
Finalmente, en marzo de 2020, se grabó el regreso de casi 300 individuos a La Bonga. Pinzón reconoció que documentar ese trayecto fue una labor ardua desde la producción: “Físicamente fue muy retador, porque La Bonga está escondida en el monte por su historia de resistencia Palenquera y su acceso es difícil. Unos días antes atravesamos ese terreno y tuvimos que practicar cómo era la mejor forma de balancear la cámara al hombro”.
En ese sentido, desveló que utilizaron una cámara Canon C 300 Mark II de 13 kilogramos de peso, así como un rig para hombro de ARRI. “Era bien pesada, entonces nos turnábamos también con varios operadores haciendo diferentes segmentos” dijo.
Si bien, el crew estuvo compuesto por 10 personas, el cineasta recalcó el trabajo participativo de los lugareños, ya que parte del manejo de la cámara estuvo a cargo de integrantes de Kuchá Suto y casi una cuarta parte del documental fue filmada por los mismos protagonistas con sus celulares. “Era muy importante para nosotros permitir ese punto de enunciación de las propias personas de La Bonga, mientras buscaban recuerdos de su tierra. Quisimos cuestionar la idea del documental observacional para habitar esas subjetividades y recuerdos de la gente”.
En octubre de 2020, Pinzón y Canela Reyes volvieron a la locación junto a María y su nieta Dayanis en un recorrido que tardó 12 horas debido las lluvias torrenciales que cayeron.
En 2022, recibieron un estímulo de posproducción de 120 millones de pesos (US$ 30.500 aproximadamente) por parte del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico, algo que el cineasta definió como una “gran ayuda”. Finalmente, tras recibir otros incentivos de distribución, la película llegó a las salas de cine de Colombia en noviembre de 2023. Para el artista, esta obra es una representación de la memoria colectiva y el festejo como arma de resistencia.