Itzel Elorza, responsable del área de estrategia de ISLA, compartió con PRODU su visión sobre los cambios y participación de las mujeres en la industria. “Las mujeres tenemos el poder de usar a la publicidad como una herramienta de cambio social que refuerce los discursos de equidad y acceso a oportunidades para nosotras, así como para generar conciencia en temas dolorosos como violencia, discriminación, racismo, feminicidios”.
A su juicio, se deben seguir los esfuerzos en integrar a más mujeres en la industria porque ayudan a reconfigurar y generar cambios positivos, a través de discursos que inviten a la reflexión, eliminen la discriminación y actitudes machistas, que rompan estereotipos, tabúes y símbolos de éxito caducos y que se sensibilice sobre temas y categorías que impactan directamente en el comportamiento y sentir de las mujeres.
“Tenemos la capacidad y sensibilidad de plasmar nuestras propias vivencias en campañas e historias, siendo portavoces de experiencias reales que no solo resuenen en el resto de mujeres, sino que tengan un impacto positivo” señaló.
Para Elorza, las nuevas generaciones demandan horizontalidad y reciprocidad, por lo que considera que hay un potencial para enlazarlas con mujeres que han recorrido un largo camino en la industria, quienes pueden aconsejar, guiar e inspirar a las más jóvenes a través de sus experiencias y distintos estilos de liderazgo.
“Existen jóvenes muy talentosas que desde sus inicios han contribuido a cambiar desde su trinchera a la sociedad y a la industria misma y no son reconocidas hasta que recorren una gran trayectoria. Podemos empoderarlas y animarlas a continuar con estas acciones reconociendo su contribución” indicó.
Finalmente, recomienda cuatro acciones para revertir la desigualdad de género:
– Priorizando y visibilizando el talento de las mujeres. Yendo más allá de cubrir una cuota de género o alcanzar una certificación, “se trata de reconocer de forma auténtica sus habilidades y aporte en la industria, abriendo nuevas oportunidades para nosotras”.
– Eliminando prejuicios. “Esto nos ayudará a normalizar el hecho de que las mujeres son capaces de aportar un gran valor en cualquier escala de una empresa, desde los primeros empleos hasta puestos directivos y en cualquier etapa de sus vidas, sin importar si es mamá, soltera, casada o divorciada”.
– Salarios equitativos. Las mujeres ganan menos que los hombres en puestos similares.
– Abriendo la conversación. Recomienda sumar socios estratégicos o expertos en el área que ayuden al resto de los integrantes de una compañía a tener mayor sensibilidad de la desigualdad de condiciones a las que se enfrentan las colaboradoras.