El mexicano Sebastián Ligarde ha interpretado recordados villanos a lo largo de sus 50 años de trayectoria actoral. El más reciente ha sido Adán Cruces en las telenovelas peruanas de Del Barrio Producciones Luz de luna y su spin-off Luz de esperanza.
Su interpretación de este personaje rencoroso, empecinado en hacerles la vida imposible al León de la Cumbia y su pequeña hija, ha sido reconocida por una asociación de críticos latinoamericanos en Nueva York, que le otorgó el premio como el Mejor Villano de Televisión.
La clave de Ligarde para interpretar a sus villanos es buscarles siempre su lado humano. “Nadie puede ser tan malo, ni nadie puede ser tan bueno. Siempre busco la justificación de por qué el personaje hace las maldades que hace. Y el público se identifica mucho con esos personajes, los comentarios en redes son increíblemente positivos a pesar de que soy el personaje que hace barbaridades” comentó el actor.
Adán Cruces es un personaje que carga una herida desde su juventud, lo que va determinando sus acciones. “Durante su juventud, Adán se enamora de una muchachita que lo abandona y también en esos días muere su madre, lo que despierta en él un gran resentimiento. 40 años más tarde se reencuentra con la mujer y hay unas escenas de amor maravillosas, llenas de llanto y emotividad, pero lamentablemente en un pleito ella se resbala, se golpea la cabeza y muere. Muchos de los comportamientos de Adán son causa del desamor, y yo armé al personaje precisamente por ese abanico de emociones” explicó Ligarde.
El mexicano comenzó su carrera haciendo cine estadounidense porque no conseguía papeles en México. “No me daban trabajo porque decían que tenía cara de norteamericano. Fue Carla Estrada la productora que me visualizó en un papel antagónico y en su primera telenovela, Pobre juventud, me dio el estelar antagónico” recuerda el actor.
Ligarde ya tenía una carrera universitaria (técnica Meisner) y 11 películas hechas en EE UU cuando ingresó a Televisa, por lo que rápidamente su labor destacó, ganó premios y volvieron a convocarlo para interpretar más villanos.
Luz de esperanza constituye su quinto trabajo en el Perú. El primero fue un stand up cómico en los años 80 y el segundo una película mexicano-peruana con Susana León. Hace 20 años fue parte del elenco de Tormenta de pasiones y luego se trasladó a EE UU, donde hizo cuatro telenovelas y la primera serie de Univisión Demente criminal, además de abrir una escuela de actuación que operó 15 años hasta que con las inundaciones en la Florida de hace un año y medio lo perdió casi todo. Fue justo en ese momento cuando Del Barrio lo convocó a regresar a Lima para participar de Luz de luna. Al finalizar volvió a EE UU y en cuestión de seis semanas vuelve a ser convocado para participar de Luz de de esperanza, spin-off de Luz de luna.
“Del Barrio trabaja como hace muchísimos años lo hacía Televisa: a través de las encuestas con el público, preguntando qué parte de la historia, qué personajes, qué conflictos les gustan para ir adaptando la historia según las respuestas. Televisa hacía exactamente lo mismo hace muchos años” explicó Ligarde.
Y añadió: “En Perú, al igual que en México y en toda Latinoamérica y América, hay mucho talento, es muy sabroso interactuar con actores peruanos muy reconocidos, que han sido premiados en teatro, en cine, en televisión, maestros de actuación. Lo importante es actuar y actuar con buenos actores, tener una buena réplica escénica y hacer lo que uno ama. Me siento muy agradecido y un hombre con mucha suerte”.