Para Marian Sánchez, fundadora de Storytelling Studio, experta en pitch y escritora, el viaje heroico de los personajes femeninos tiene disparadores diferentes a los masculinos, y sin embargo, al escribir, estos se ignoran. “No quiero hacer de esto una pancarta del feminismo ni aprovecharme del momento, pero creo que es importante, porque estamos escribiendo mal a los personajes femeninos, pues las motivaciones están equivocadas: la llamada a la acción no es la misma que la del hombre, pues en el caso de la mujer no hay llamada a la acción, y sí están la pérdida de la identidad y el sacrificio” explicó.
Sánchez lleva cinco años haciendo lo que llama “arqueología de datos”, es decir, investigando y viajando para encontrar aquellas historias que están ocultas o no son visibles sobre las mujeres en la antigüedad, y así poder descubrir estas motivaciones o disparadores.
En el caso de la mujer, no hay llamada a la acción, porque la mujer no sale a conquistar o a la búsqueda de aventura, sino que lucha por lo propio: su gente, su reino, su familia. Es entonces, cuando se transforma en heroína. “La razón es mucho más poderosa, más intrínseca, y tiene que ver con la introspección y la búsqueda de sí misma, para reencontrarse en un nuevo lugar” comentó.
Explica Sánchez que cuando Campbell habla de que el héroe está en su mundo ordinario y recibe la llamada a la acción, esto también tiene que ver con las características de los hombres (ir a la guerra, a la conquista, a la aventura). “Y en aquella época, que ya eran sociedades patriarcales, obviamente que la mujer quedaba en un segundo plano”.
Es así como en las grandes historias de la literatura, en Shakespeare por ejemplo, la mujer también queda en segundo plano. “Ofelia nunca nos cuenta Hamlet, está en función y en segundo grado del personaje principal. Las tragedias de Shakespeare, en su mayoría, tienen nombres de hombres. Lo mismo pasa con La odisea y La Ilíada, así como en todo lo mitológico que conocemos de Occidente. Se habla de los héroes pero no se habla de Penélope, como una mujer que empieza como madre y esposa y termina como amazonas. Obviamente una amazonas estratégica: no empuña las armas, su estrategia de tejer y destejer tiene mucho más que ver con lo metafórico que con lo real. Y es así como salva la vida de su hijo, su reino y está veinte años sin Ulises” explicó Sánchez, para comentar que mientras Ulises se va a la aventura, a Troya, Penélope se queda en su casa como madre, pero tiene que pasar a ser amazonas, transformarse en guerrera, lo que significa un sacrificio, por lo que empieza un viaje diferente.
“Empecé a darme cuenta de que desde lo mitológico había un montón de historias de mujeres impresionantes que nunca se habían contado y que estaban escondidas o que estaban debajo de las grandes historias míticas de los hombres” explicó, tras comentar que además de estar siempre en un segundo plano, muchísimos de estos personajes se cuentan desde el mito o el monomito del viaje del héroe “cuando nuestro viaje es diferente”.
Con el fin de construir personajes femeninos que sean más creíbles y poderosos, Storytelling Studio convoca al taller “Introducción al viaje heroico del personaje femenino” el 22 y 23 de abril vía online (escribir a griotmarian@gmail.com )
Comentó Sánchez que el patriarcado ha impuesto estas historias con la mujer en segundo plano, que incluye, por ejemplo, a la Santísima Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, ¿Y dónde está María?, se pregunta Sánchez, para comentar que visibilizar esta manera en la que se han contado a los personajes femeninos es importante, para construir personajes femeninos creíbles, verdaderamente empoderados, rescatando valores que existen en la historia, pero que no se han hecho visibles “como la inteligencia, el uso de la estrategia que vemos en Sheherezade. La mujer valiente que lucha sin armas y que es defensora de su reino. A la mujer nunca se le piensa como una mujer inteligente, estratégica y capaz. Pienso que está buenísimo pensar en personajes femeninos con estas características que nos cuenta la historia, pero que no están visibles”.
Otro tema relevante, del que hablará en el taller, es de cuatro arquetipos esenciales, eminentemente femeninos, en los que trabajó Tony Wolff (de quien tampoco se habla y fue mano derecha de Carl Jung) y que son la amazona; la madre; la medial y la compañera.