La adaptación de obras literarias al cine o la televisión, aunque no es una práctica novedosa, ha retomado fuerza en Latinoamérica en los últimos años. Entre 2022 y 2024, en la región se han visto series y películas basadas en libros como los casos de Secuestro del vuelo 601, La sociedad de la nieve, El gallo de oro, Noticia de un secuestro, Los iniciados, entre otras, y próximamente se estrena la esperada adaptación de Cien años de soledad.
Las negociaciones desempeñan un papel fundamental para que las letras de los libros se conviertan en escenas audiovisuales, como lo señala Patricia Renjifo, socia y abogada de ECIJA Colombia, quien lidera el área de Medios, Entretenimiento y Propiedad Intelectual.
“A menudo se subestima la complejidad de estas negociaciones debido a la falta de conocimiento sobre el tema. Se tiende a pensar que consiste simplemente en usar un formato de contrato, pero en realidad, se trata de casos multifacéticos que requieren alinear las expectativas del autor, la productora y el cliente final, que no siempre está presente de forma activa durante las negociaciones” explica la ejecutiva, quien fue la asesora legal de la serie Secuestro del vuelo 601, producida por Miracol para Netflix, basada en el libro Los condenados del aire, de Massimo Di Ricco.
MODALIDADES DE NEGOCIO
El mercado audiovisual ha experimentado un dinamismo notable en este ámbito, como lo destaca Renjifo: “Actualmente, existen negocios muy interesantes en este sector, como el first look, donde una editorial firma un contrato con una productora para darle la oportunidad de ser la primera en evaluar nuevos libros con miras a una posible adaptación.
Para un productor que quiera llevar un libro a la pantalla, es crucial identificar al propietario de los derechos de una obra literaria antes de iniciar las negociaciones, señala la especialista: “En algunos casos, independientemente de quién posea los derechos de adaptación, las negociaciones pueden llevarse a cabo con la editorial en representación del autor o a través de un agente literario”.
La abogada también destaca la importancia de establecer una propuesta concreta de adaptación audiovisual antes de negociar con el autor: “Es fundamental comunicar al autor que es probable que se realicen modificaciones en la obra original, como saltos cronológicos, omisión o inclusión de personajes, así como la exclusión de ciertos capítulos. Todo debe especificarse claramente para evitar conflictos posteriores”.
Durante las negociaciones, las productoras buscan obtener una libertad creativa considerable para la adaptación, esta libertad creativa puede chocar con las expectativas del autor, por lo que, por ejemplo, en el caso de autores vivos, en algunas ocasiones es razonable acordar un rol de consultoría en la etapa de desarrollo.
CUESTIÓN DE DERECHOS
En términos de contratos, Renjifo recomienda establecer claramente los términos de la opción de adquisición de derechos: “Es esencial definir aspectos como el tiempo de exclusividad, la posibilidad de contratar guionistas y los costos asociados desde el principio para evitar sorpresas financieras”.
Por otro lado, la experta aconseja tener en cuenta al momento de negociar la opción y eventual adquisición de derechos, todos los escenarios posibles de explotación de la propiedad intelectual. “Es crucial que las partes sean conscientes del valor de la propiedad intelectual y negocien en consecuencia” destaca.
Finalmente, Renjifo enfatiza la importancia de incluir en estas cláusulas sobre futuras oportunidades de explotación, los remakes, el merchandising, las adaptaciones teatrales, cómics o podcasts, así como la posible reedición de la obra literaria con referencias a la adaptación audiovisual en la portada, como fue el caso del libro Los condenados del aire, de Massimo Di Ricco, sobre el cual se basó la serie Secuestro del vuelo 601.