Rose Herceg, Country President Australia & New Zealand de WPP, presidenta de jurado de Creative Data, explicó que la categoría evalúa aquellos trabajos que usen de forma efectiva los datos creativos. Es una categoría que conecta con nuevas audiencias con historias basadas en la simplicidad de la data.
“Esta es una categoría en crecimiento, en la que estamos nadando en los datos sobre cómo conectar y cómo hacer que un trabajo cobre vida. Ese es el papel de esta categoría, la creatividad detrás de la capacidad de hacer, eso es creo que una habilidad fenomenal, que tendrá la próxima generación” declaró.
En relación con la campaña Absurd Promises para Down Syndrome Association of Argentina de VML, Buenos Aires, que obtuvo oro, explicó que la iniciativa fue extraordinaria. “Fue un trabajo que se mueve en xenofobia de la economía”.
La campaña
Aunque el síndrome de Down es un trastorno genético irreversible, en Argentina las personas con esta condición están obligadas a renovar su certificado de discapacidad una vez al año. Una ley vieja, absurda e intencionalmente ignorada por los políticos.
En 2023 hubo elecciones presidenciales en Argentina. Y aunque más de 27 políticos se presentaron como candidatos, ninguno de ellos incluyó la discapacidad entre sus propuestas de campaña. Por el contrario, eligieron propuestas demagógicas, complicadas y sobre todo imposibles de cumplir.
Mediante el análisis de datos y un trabajo en colaboración con economistas, politólogos, juristas y periodistas, desarrollaron un índice de complejidad, un indicador capaz de medir la dificultad de aplicación de las propuestas de cada candidato.
Utilizando variables como el tiempo, el dinero y el número de pasos para desarrollar cada propuesta, aprovecharon el primer debate presidencial para cuantificar la dificultad de aplicación.
Los resultados se tuitearon en tiempo real, mostrando en porcentajes lo complicado o incluso imposible que sería llevar a cabo las promesas de campaña. Y las compararon con su propuesta, mucho más fácil de aplicar: crear una nueva ley de discapacidad.
Había que encontrar la manera de que las personas con síndrome de Down formaran parte de la agenda política. Y el momento para hacerlo era el debate presidencial.