En los últimos años, hemos sido testigos de una verdadera explosión en el campo de la inteligencia artificial (IA). Grandes compañías como OpenAI, Google, Amazon, Microsoft y Meta nos sorprenden continuamente con asombrosos avances en esta tecnología. Sus anuncios se suceden a tal ritmo que, en ocasiones, compiten por captar la atención y generar el mayor impacto en el mismo día. La IA se está integrando en las ofertas de productos, las propuestas de los proveedores de tecnología y las discusiones en foros de todas las industrias. Sin embargo, junto a estos desarrollos, también crecen la incertidumbre y el desconcierto.
Israel Madiedo, director de Tecnología e Innovación en Izzi México y profesor de Needed Education, opina sobre este fenómeno: “Hay un overselling de herramientas de IA en todas las empresas y en todas las industrias. En zonas muy técnicas de la red de telecomunicaciones, por ejemplo, la IA generativa aporta muy poco, sin embargo, estamos saturados con ofertas de tecnología que incluyen IA para esos problemas técnicos”.
Desde el lanzamiento de ChatGPT 3.5 en noviembre de 2022, que alcanzó 100 millones de usuarios en solo cinco días, la inteligencia artificial ha pasado al mainstream y se ha popularizado de manera masiva. No obstante, en medio de esta vorágine informativa y tecnológica, dos temores predominan: el miedo a perderse algo, conocido como “fear of missing out” (FOMO), y el miedo a no tener el conocimiento suficiente para competir en este nuevo contexto. Estos temores pueden llevar a la parálisis y a la indecisión.
Para superar estos desafíos, es fundamental aceptar que es imposible abarcar todo el campo de la IA en su totalidad. Es más efectivo crear una estrategia basada en lo que se puede y conviene abarcar, además de entender cómo funciona la IA y dónde aplicarla.
Iván Palomera, cofundador de la Multinacional de Marketing Digital Smartup.MX y profesor de Needed Education, comenta: “En 2022 había 200 herramientas en la categoría IA de los directorios de herramientas digitales en la web. Un año más tarde había 4.000. ¿Realmente todas están haciendo inteligencia artificial? Yo creo que no”.
El impacto de la IA en diversas industrias es innegable. Karen Olivo Santana, Head of Data and Commercial Intelligence en Grupo Salinas y profesora de Needed Education, añade: “Muchas veces surge la duda de si la inteligencia artificial va en detrimento o mejora de la calidad de la vida humana. Soy de las personas optimistas que piensa que mejorará la calidad de vida siempre y cuando respetemos el principio de que es una tecnología hecha por los humanos, para los humanos y con calidad humana”.
Por su parte, Bernardo González, director de Operaciones de KIO IT Services y profesor de Needed Education, destaca: “En 2010 aparece la empresa DeepMind y el enfoque de Deep Learning con el juego del AlphaGo. En ese entonces, los usos de la IA eran muy específicos, como jugar ajedrez o modelar proteínas. En 2024, en cambio, las aplicaciones de IA están llegando de manera masiva al mercado y tocan las tareas del abogado, el médico, el copywriter, el escritor, además de las administrativas y la programación de código”.
El desafío para las empresas y usuarios es discernir entre la utilidad real y la sobreoferta de herramientas de IA. Israel Madiedo concluye: “Distingo la IA generativa, usada para la interfaz humana, de los algoritmos de clasificación, agrupación, detección de anomalías, predicción y extrapolación basados en machine learning, que ya existían antes de ChatGPT”. En este contexto, es crucial que las organizaciones desarrollen estrategias claras y enfoquen sus esfuerzos en aplicaciones que realmente aporten valor y mejoren la eficiencia y calidad de sus procesos.