Adrián López, del GIFF, la ilustradora Mar Maremoto y los protagonistas de Gawi: Lorenzo Moreno e Isabel Monarca, junto a la productora Karen Bellato. De forma virtual las directoras: Myriam Hernández, de Gawi, y Mariana Cardenas, de We exist, We resist
En el marco de la edición 27 del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF ) en su edición 27, la sección de industria Epicentro presentó un par de producciones realizadas en realidad virtual: Gawi y We exist, We resist, mostrando cómo a través de esta tecnología se pueden explorar la narración de historias sociales, para visibilizar problemáticas como la violencia de género.
La directora Myriam Hernández, de Gawi, y su equipo exploran el poder transformador de la realidad virtual (VR) en la narración de historias sociales, destacando la falta de representación latinoamericana y el uso de nuevas tecnologías para visibilizar problemáticas como la violencia de género.
En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, la realidad virtual (VR) se ha convertido en una herramienta poderosa para contar historias de manera inmersiva. Myriam Hernández, directora del proyecto Gawi, y su equipo han aprovechado esta tecnología para crear experiencias que no solo informan, sino que también educan y generan empatía. “La idea era que fuera algo educativo y pensado para escuelas, para que todos pudieran experimentar y entender mejor el mundo que enfrentan las mujeres en la Ciudad de México” comenta Hernández.
La cinta Gawi, filmada en formato 360°, ofrece una experiencia envolvente que permite al público sumergirse en escenarios reales y sentir la historia de una manera única. Este tipo de formato es ideal para documentales que buscan representar la realidad de una manera más palpable y directa. Sin embargo, como explica Hernández, el desafío radica en la escasa representación de voces latinoamericanas en este medio emergente.
Por su parte, Mariana Cárdenas, presentó ‘We exist, We resist’, un trabajo basado en el arte de la ilustradora Mar Maremoto, el cual enfatiza la importancia de incluir perspectivas diversas en estas nuevas narrativas tecnológicas. “Cuando nos toca hacer la curaduría, no hay mucha representación latinoamericana. Esta falta de diversidad puede limitar la profundidad y el alcance de los mensajes que se transmiten a través de estas experiencias VR, que tienen el potencial de transformar percepciones y generar conversaciones significativas sobre temas críticos como la violencia de género”.
El proyecto We exist, We resist es una de las primeras experiencias VR en México que aborda de manera frontal la violencia contra las mujeres. Myriam Hernández, quien no proviene del mundo del cine sino de la comunicación social y campañas, decidió utilizar su beca de investigación para explorar cómo la VR puede ser una herramienta de transformación social. Colaborando con la productora Karen Bellato y organizaciones como Arkansas Production, el equipo buscó generar nuevas conversaciones y reflexiones sobre este tema urgente.
“Ha sido un proyecto muy experimental” admite Hernández. “Nos lanzamos a explorar cómo esta tecnología podría ayudarnos a comunicar un mensaje importante y a conectar con la comunidad”. La producción involucró un proceso de escucha activa y colaboración con las comunidades afectadas, un enfoque que Hernández y Bellato consideran crucial para construir confianza y autenticidad en la narrativa.
DESAFÍOS TÉCNICOS Y CREATIVOS
La producción de Gawi no estuvo exenta de desafíos. Bellato destaca que uno de los mayores retos fue la falta de recursos financieros y la necesidad de adaptarse a las restricciones tecnológicas. “Estuvimos limitados en cómo utilizar la tecnología disponible, lo que nos obligó a ser creativos con los recursos que teníamos” explica. La producción incluyó la grabación en 360° con cámaras Insta y el uso de drones; mientras que en We exist, We resist, incorporó animaciones 2D en un espacio 3D, un proceso que requirió una coordinación meticulosa entre los animadores y programadores.