Según Pere Bacardit, profesor en EAE Business School, esta colaboración es una “operación de marketing muy bien orquestada”
En un movimiento que ha capturado la atención de la industria musical, el tenor italiano Andrea Bocelli se unió a la reguetonera colombiana Karol G en una nueva versión del icónico tema “Vivo por ella”. Esta colaboración no solo revive un clásico de 1996, sino que también representa una astuta estrategia de marketing diseñada para atraer a un público diverso que abarca cuatro generaciones.
El lanzamiento tuvo lugar el pasado 30 de agosto y forma parte del álbum Duets, con el cual Bocelli celebra tres décadas de carrera. La originalidad del tema, interpretado anteriormente junto a Marta Sánchez, marcó una época en la música latinoamericana y sigue siendo considerado uno de los grandes éxitos de los años noventa. Sin embargo, esta nueva versión busca no solo revivir viejos recuerdos, sino también conectar con nuevas audiencias.
La elección de Karol G como compañera vocal es significativa. Atrae a las generaciones más jóvenes (generación Z y generación Alfa), mientras que Bocelli mantiene su base fiel entre los adultos (millennials y generación X). Según Pere Bacardit, profesor en EAE Business School, esta colaboración es una “operación de marketing muy bien orquestada”, donde ambos artistas buscan diversificar sus seguidores y generar nuevas oportunidades comerciales al fusionar géneros musicales distintos.
Las cifras hablan por sí solas: durante su primer fin de semana en YouTube, el dueto acumuló más de 6,6 millones de reproducciones. Este éxito inmediato resalta cómo la combinación estratégica puede resultar en un impacto significativo tanto en términos artísticos como comerciales. Artistas internacionales han alabado la interpretación, lo que añade valor al proyecto desde una perspectiva promocional.
Bacardit destaca que este tipo de colaboraciones son comunes hoy en día; ejemplos notables incluyen trabajos previos como “Cheek to Cheek” entre Tony Bennett y Lady Gaga o “Cold Heart” entre Elton John y Dua Lipa. Estas alianzas permiten a los artistas consagrados mantenerse relevantes frente a un panorama musical dominado por figuras emergentes mientras otorgan prestigio a los nuevos talentos al aventurarse fuera de su zona cómoda.