Andrés Baiz, director de Pimpinero: sangre y gasolina: Amazon sabía que la película merecía ser proyectada en cine
Édison Monroy|
10 de octubre de 2024
Pimpinero: sangre y gasolina es la cuarta película en la filmografía de Andrés Baiz
En 2014, el cineasta Andrés Baiz en la Troncal del Caribe, una carretera que recorre buena parte del noroccidente de Colombia, vio una ‘Caravana de la muerte’, un grupo de autos y camionetas que llevan gasolina de contrabando de Venezuela a Colombia. Ese fue el punto de partida de Pimpinero: sangre y gasolina, película de Prime Video que se estrenó el 10 de octubre en los cines de Colombia y posteriormente llegará a la plataforma.
“Fuimos diez años después, después de escribir un guion con María Camila Arias y crear estos personajes, dije ‘tengo que filmar en La Guajira, que es donde concebí la historia’, pero es muy difícil porque es una región con poca infraestructura y nosotros teníamos 300 personas que hidratar, que alimentar. Teníamos muchos vehículos de escena, motos, camionetas, pero bueno, un trabajo en equipo. Lo logramos” contó a PRODU Baiz, quien es el director, productor y coescritor de la cinta.
Pimpinero: sangre y gasolina es la cuarta película del colombiano (Satanás, La cara oculta, Roa), y la experiencia la califica como “volver a reconectarse con el cine”, porque es la primera en lanzar después de diez años en los que ha hecho series para plataforma, como Narcos, Griselda o The Sandman.
HISTORIA QUE BUSCA CONECTAR
Esta película que, en medio de lo peligroso del oficio del contrabandista de gasolina, cuenta una historia de amor y lazos familiares, tiene la particularidad de que es una de las primeras cintas en Colombia, que producidas por Prime Video (con servicios de Dynamo), se lanza primero en cines y luego estará disponible en la plataforma, algo que para Baiz se debe a la capacidad que tiene Pimpinero: sangre y gasolina para conectar con el público.
Pimpinero: sangre y gasolina es protagonizada por Laura Osma, Alejandro Speitzer, Alberto Guerra y Juanes
“No es una película de nicho, no es una película que te deprima o difícil de ver. Es visceral, te sacude, pero también hay una historia de amor. Hay un viaje profundo, hay unas locaciones hermosas, pero lo más importante es que emociona. Entonces, desde el principio supimos y Amazon lo sabía, que era una película que merece ser proyectada y ojalá la gente la pueda ir a ver. Y, desde luego, después en Prime Video también revisitarla y que se vea alrededor del mundo”.
Afirma que en Colombia, gracias a las dos leyes de incentivos fiscales para la producción audiovisual que existen, se han hecho películas y series de alta calidad, pero sostiene que el gran reto es que el púbico vea esas producciones. “Necesitamos que las películas colombianas que se estrenan en cines tengan más acogida por el público. Yo espero que Pimpinero: sangre y gasolina pueda ser esa que tenga ese renacer” sostiene.
TALENTO LATINO Y DIVERSO EN PIMPINERO
La historia es protagonizada por los colombianos Laura Osma y Juanes (quien hace su debut en el cine), el mexicano Alejandro Speitzer y el cubano Alberto Guerra. A ellos los complementa un grupo de actores colombianos entre los que están Juan Sebastián Calero, Emilia Ceballos, David Noreña, Ivonne Gómez, Johan Rivera, Inés Prieto, entre otros.
Baiz destaca que gracias a su experiencia como director y productor de series, le gusta y está acostumbrado a trabajar con talento latinoamericano: “No me preocupan los acentos, sino la verdad interior y que sean buenos actores o que sean propicios para ese papel. Me gusta conformar elencos diferentes, que se sientan diferentes, que no sean los sospechosos de siempre”.
Alejandro Speitzer, Andrés Baiz, Laura Osma Javiera Balmaceda y Juanes durante la presentación de la película
Asimismo, resalta el trabajo detrás de cámaras, como por ejemplo, el hecho por la diseñadora de producción, Angélica Perea, y su equipo. La cinta se rodó en poblaciones de departamentos del norte de Colombia como La Guajira, Cesar, Magdalena, entre otros donde no son comunes los rodajes de películas, pero que seguramente después de esta cinta se fortalecerán como destino de producción audiovisual.
“Construyeron sets en la mitad del desierto, uno sets enormes, que parecen totalmente reales. Una ranchería, los patios de gasolina, la calle donde venden gasolina. La casa de don Carmelo, los interiores de esa casa. O sea, acá el 90% es construido todo y el reto de hacerlo allá es enorme. En la mitad del desierto lejano, traer materiales, gente para que pueda construir en la mitad del calor con tremendo polvo. Pero también la comunidad wayuu nos abrió la puerta y nos permitió usar estas locaciones tan hermosas que les pertenecen a ellos” concluye Andrés Baiz.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Cookies estrictamente necesarias
Las cookies estrictamente necesarias tiene que activarse siempre para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.
Si desactivas esta cookie no podremos guardar tus preferencias. Esto significa que cada vez que visites esta web tendrás que activar o desactivar las cookies de nuevo.