Un tema que ha sido tratado en diferentes producciones latinoamericanas es la criminalidad. Perros de niebla es una película colombiana dirigida por Andrés Mossos y producida por Chicamocha Films que promete darle un nuevo giro a este tópico. La cinta se estrenará el sábado 12 en la Cinemateca de Bogotá en el marco del Bogotá International Film Festival (BIFF) y llegará a salas de cine de Colombia en el primer trimestre de 2025.
Cuenta la historia de Juan, un joven que se debate entre su pasión por el grafiti y trabajar con la banda criminal de su hermano. Mientras Juan camina entre una niebla sobrenatural encuentra ahorcados en un parque a los perros callejeros de su barrio, marcando una nueva guerra en la zona. Entre su pasión por el arte, las tareas de la banda criminal y su romance con Juli, las tensiones harán que Juan caiga en un abismo de violencia en el que lo perderá todo.
“En la película, la criminalidad convive con esos deseos y sueños juveniles que hay cuando se está en ese paso de abandonar la adolescencia y ser adultos. Es un coming of age porque esos ‘pelaos’ están en ese limbo en el que deben decidir qué hacer con su vida y, por otro lado, están las tensiones de esa banda criminal y esa guerra zonal que los deja inmersos en las lógicas de esa organización criminal que maneja el barrio” contó Andrés Mossos.
Aseveró que la ambientación de la película le da un toque especial, ya que se desarrolla en los cerros orientales de Bogotá, en montañas cubiertas con niebla: “Jugamos mucho con el drama de crecimiento, es un drama familiar, con esa tensión de la criminalidad, pero adicional a ello tiene un componente místico porque todo empieza con cómo se violenta a la parte natural de esa montaña al ahorcar a los perros del barrio. Es como si se despertara una especie de espíritu que es como una metáfora del personaje principal y vemos físicamente al espíritu de esta montaña que más de una vez se le presenta a Juan”.
UNA PRODUCCIÓN EN LOS CERROS
Perros de niebla ha tenido un recorrido extenso. El productor John Chaparro afirmó que el rodaje fue financiado por inversionistas privados a través de la Ley 814 y la posproducción la hicieron con un estímulo del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico. El film ha pasado por eventos como el Bogotá Audiovisual Market, el European Film Market en Berlín y el Work in Progress de Cartagena. “La película ha tenido acogida en espacios más culturales, pero también espacios de industria donde podamos buscar una circulación más grande en Colombia y otras partes del mundo” dijo.
Mossos comentó que parte de la inspiración para esta cinta proviene de vivencias personales suyas durante su juventud en un barrio popular de Bogotá llamado Patio Bonito. La producción se grabó en enero de 2023 durante tres semanas y media.
Se filmó en los cerros orientales de Bogotá, en barrios como El Dorado, ubicado detrás del cerro de Monserrate. También estuvieron en el Alto Fucha, un conjunto de barrios que quedan en la localidad de San Cristóbal, al suroriente de la capital.
Durante la realización, el crew de 40 personas se sumergió en la vida local de los sitios que visitaron. “En El Dorado la banda criminal del barrio no nos dejó tener nuestra seguridad, entonces nos tocó despedirla y contratarlos a ellos, y en un punto ya terminaron siendo parte del rodaje, hay par de escenas donde salen ellos” concluyó Mossos.