El audiovisual es una industria que ha cambiado la vida de algunas personas. Una de ellas es la directora y productora Priscila Padilla, que durante su juventud declinó la posibilidad de unirse a la guerrilla colombiana de las FARC-EP para perseguir una carrera en el cine. Su historia constituye una parte de su nuevo documental Un nuevo amanecer, producido por Doce Lunas, que se estrenó el domingo 12 en el Bogotá International Film Festival.
Padilla es oriunda del municipio de Viotá, ubicado en Cundinamarca (a 58 kilómetros de Bogotá). Contó que en esta región ha habido desigualdades en el acceso a la tierra y tensiones sociales que durante décadas han llevado a que algunas personas se incorporen a la guerrilla. Cuando era una adolescente, algunos conocidos le propusieron sumarse a esa organización, pero a ella no le convencía esa alternativa.
Por esa época llegaron a su pueblo dos documentalistas para registrar la organización de los campesinos y sus reivindicaciones sociales. Ella los conoció y tuvo su primer acercamiento con el cine, lo que cambió el rumbo de su vida. “Mi llegada al cine documental fue el mejor regalo que me ha podido hacer el destino, porque realmente me acercó a otra experiencia de vida que me alejó del mundo de las armas y la guerra” recalcó.
Ese encuentro fue la semilla de una carrera que ya acumula más de 35 años. Tras estudiar cine y televisión en París, Padilla regresó a Colombia donde ha dirigido series como Las mujeres cuentan y películas como La eterna noche de las doce lunas, Nacimos el 31 de diciembre y Un grito en el silencio (sobre la ablación genital en Colombia). “Me fui metiendo en historias hechas y contadas por las mujeres. Las mujeres tenemos mucho que decir y mucho que contar, necesitamos crear nuestros propios relatos para ayudar a construir la memoria histórica del país” comentó.
GRABAR EN LO PROFUNDO DE LA SELVA
Mientras se abría paso en el cine, se enteró de que amigas suyas de la infancia sí decidieron unirse a la guerrilla, lo cual la marcó. Con el paso de los años fue gestándose en su mente la idea de hacer un documental que retratara la vida de las mujeres guerrilleras. En 2015, cuando el proceso de paz entre el gobierno y las FARC avanzaba, se lanzó a hacer el documental Un nuevo amanecer.
Se adentró en la selva de departamentos del centro y sur del país, como Caquetá, Guaviare y Meta a buscar a sus amigas. Con ayuda de contactos y viejos conocidos logró acceder a varios campamentos guerrilleros y, si bien no las encontró a ellas, sí dio con diversas mujeres movilizadas. “Durante un mes grabamos con ellas para que contaran su experiencia en la lucha armada, su proceso de dejación de armas, su reintegro a la vida civil y sus nuevos proyectos políticos y sociales” dijo.
Fue acompañada de un camarógrafo y un sonidista, con equipos livianos y resistentes a la humedad. En su trasegar ha ganado estímulos de desarrollo y producción del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico de Colombia y de Ibermedia. Ahora este formato se alista para su estreno en salas de cine de Colombia, previsto para marzo de 2025.