La Asociación Nacional de Radiodifusores (NAB, por sus siglas en inglés) ha manifestado su preocupación ante la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) por la concentración de espectro que resultaría de la fusión entre SES e Intelsat. La NAB alerta que el acuerdo dejaría a la compañía resultante con control sobre el 96% del espectro de la banda C, esencial para la distribución de programación de radio y televisión en Estados Unidos.
Aunque la NAB no ha tomado una posición oficial sobre la fusión, su principal inquietud radica en el efecto que esta concentración podría tener sobre los costos y la calidad de los servicios satelitales. Estos servicios son fundamentales para la transmisión de contenido a más de 1.000 estaciones de radiodifusión y la distribución de programación sindicada y deportiva, alcanzando a millones de estadounidenses.
En una carta enviada a la FCC el 15 de octubre, Rick Kaplan, director jurídico de la NAB, explicó que la banda C es vital para garantizar la distribución confiable de programación tanto a estaciones de televisión como de radio, incluidas las afiliadas a redes nacionales y estaciones de radio pública. Kaplan destacó que la Radio Pública Nacional también depende de este espectro para llevar su programación a 475 estaciones terrestres, que en conjunto alcanzan a 42 millones de oyentes semanales.
“La banda C sigue siendo fundamental para la distribución de video en la actualidad” añadió Kaplan, subrayando que otras alternativas como la fibra o los servicios inalámbricos no son viables en todas las regiones, especialmente en áreas remotas. Además, los satélites que operan en bandas como Ka y Ku presentan problemas como el desvanecimiento por lluvia, lo que afecta la confiabilidad del servicio que necesitan las emisoras y sus audiencias.
Si se concreta, la fusión entre SES e Intelsat representaría un control casi total del espectro de banda C, generando preocupación sobre el poder de mercado que esta nueva entidad tendría en un sector tan importante para la radiodifusión. “Instamos a la FCC a considerar cuidadosamente las implicaciones de que una sola entidad controle casi la totalidad del espectro de banda C” concluyó Kaplan.
La NAB se suma a otros actores del sector, como la NCTA, que también han expresado inquietudes sobre las posibles repercusiones de esta fusión, especialmente en cuanto al acceso y costo de los servicios satelitales, indispensables para la transmisión y distribución de contenido audiovisual en Estados Unidos.