En el audiovisual colombiano continúan surgiendo nuevas voces que aportan narrativas experimentales. Mi bestia es una película dirigida por Camila Beltrán que recientemente se estrenó en salas de cine de Colombia. Es una coproducción colombo-francesa hecha por Felina Films, Films Grand Huit, Inercia Películas y Ganas Producciones.
La historia de la cinta está ambientada en la Bogotá de los años 90. Por la ciudad circula el rumor de que Satanás se presentará al mundo durante un eclipse lunar que está próximo a ocurrir. Ese miedo invade especialmente a Mila, una adolescente de trece años que se obsesiona con la supuesta llegada del mal y que siente que los cambios que está experimentando su cuerpo tienen que ver con esta especie de profecía.
“La película nace del deseo de transmitir una sensación, la de crecer y abandonar la infancia en el cuerpo de una mujer. Muestra imposiciones externas que caen sobre una niña que va a ser una mujer adulta y que ve que va a cumplir ciertos roles que la sociedad le impone y esta imposición entra a jugar con lo que ella siente en su cuerpo, que está ligado a lo salvaje y lo animal” comentó Beltrán, quien también dijo que la cinta tiene una lectura feminista y de liberación.
La película se rodó en zonas industriales del centro de Bogotá, así como en barrios y localidades del norte, occidente y suroriente de la ciudad, como Niza, San Cristóbal y Fontibón. El crew constó generalmente de 40 personas, aunque algunas escenas grabadas en humedales se hicieron con equipos más reducidos para conservar dichos ecosistemas.
Si bien Mi bestia es la ópera prima de Camila Beltrán, ella ha hecho cortometrajes que han sido exhibidos en festivales internacionales, como Pedro Malheur, John Marr y Pacífico oscuro. La realizadora aseguró que la visión de su cine busca transmitir una conexión del ser humano con la naturaleza, utilizando símbolos como los animales y el mundo vegetal: “Me interesa que la trama sea un elemento importante, pero que la fuerza expresiva esté en los elementos del lenguaje cinematográfico que son el sonido, el movimiento y la imagen” aseveró.
LA MUJER EN EL CINE
La directora habló positivamente del papel activo que está teniendo la mujer en el cine: “Es un momento importante en el que hay muchas voces que se alzan para reivindicar nuestro espacio. Es un buen momento que vivimos hoy gracias a un camino que nos trazaron otras mujeres que lo tuvieron mucho más duro. Las directoras siempre han existido, solo que antes no estaban suficientemente valoradas. Agradezco a esas mujeres que han peleado para hacernos un espacio y espero seguirlo haciendo para las que vienen”.
De igual modo destacó que junto a la mujeres “hay voces marginadas de otras minorías que están reclamando su espacio gracias a la democratización de la comunicación que ha traído Internet. Yo he sido crítica del mundo de plataformas y del imperio de las pantallas en el que estamos hoy pero es innegable la posibilidad que ha brindado también esto para escuchar otras voces que antes eran más difíciles de ver”.
Por último, resaltó que las reivindicaciones deben ir más allá de una igualdad en la cantidad de películas producidas, escritas o dirigidas por mujeres, “sino también cómo eso puede modificar el lenguaje, cómo podemos contar historias de otra manera, cómo podemos encuadrar nuestros cuerpos de forma que no sean un objeto de deseo siempre. Las directoras tenemos otras cosas que decir sobre el mundo, la violencia, la muerte y miles de temas que siempre han sido puestos dentro de una visión demasiado masculina y racional”.