En los últimos años Bogotá ha sido escenario de importantes producciones colombianas y extranjeras. (Foto: Javier Castiblanco)
El crecimiento del sector audiovisual en Colombia, especialmente en su capital, Bogotá, se ha dado gracias a la conformación de diferentes organismos. Uno de ellos es la Comisión Fílmica de Bogotá del Instituto Distrital de las Artes (Idartes) que este 2024 cumple una década de creación en la cual ha acompañado el desarrollo de la industria.
Ricardo Cantor Bossa, gerente de Artes Audiovisuales del Idartes, destacó que uno de los hitos más importantes de la comisión ha sido orientar y facilitar las filmaciones en el espacio público en la ciudad a través del Permiso Unificado para Filmaciones Audiovisuales (PUFA). “Fue clave haber logrado una articulación entre las instituciones públicas de Bogotá para que existiera un mecanismo con unas reglas de juego claras para el sector audiovisual, especialmente para los productores e inclusive para las comunidades” recalcó.
Comentó que entre noviembre de 2015 (cuando se conformó el PUFA) y septiembre de 2024 se emitieron más de 13.740 permisos de filmación para 2.650 proyectos audiovisuales. Estos han abarcado los campos de la publicidad, la televisión tradicional, películas nacionales e internacionales, así como grandes realizaciones para plataformas OTT.
Ricardo Cantor Bossa, gerente de Artes Audiovisuales del Idartes
También resaltó el trabajo que ha hecho la Comisión Fílmica de Bogotá en la cualificación de profesionales del sector: “Hemos hecho procesos de formación en producción en línea, en asistencia dirección, en gerencia de locaciones y en los últimos años nos hemos dedicado a mejorar prácticas en los ambientes laborales”. Muestra de eso ha sido la publicación de la guía de prevención de violencias de género en el audiovisual y el desarrollo de protocolos de seguridad para el manejo de armas en los sets.
Otro éxito de la comisión fue haber gestionado la realización en 2022 del Cineposium, un encuentro global de comisionados fílmicos que es organizado por la Asociación Internacional de Comisiones Fílmicas. Aquella edición fue la primera vez que el evento se llevó a cabo en una ciudad latinoamericana.
Cantor aseveró que Bogotá se nutre de los incentivos económicos que aplican a nivel nacional de la mano de la Ley 1556 de 2012, la cual ha traído al país inversión extranjera de múltiples proyectos audiovisuales. Pero más allá de eso recalcó que la ciudad cuenta con ventajas competitivas que la posicionan ante el mundo como destino fílmico.
“Bogotá ha tenido un proceso de permiso unificado de forma ininterrumpida y consistente durante los últimos diez años, eso da una confianza institucional en que hay un sistema que está viabilizando el uso del espacio público y los escenarios de la ciudad para llevar a cabo filmaciones. Tenemos ventajas en términos de conectividad internacional a través del aeropuerto El Dorado, que es el Aeropuerto Internacional más grande y más importante de Colombia” recordó.
Dijo que el hecho de que Bogotá no tenga estaciones permite que en ese punto geográfico haya al menos 12 horas de luz diurna, lo que posibilita tener jornadas de rodaje más completas.
El gerente se refirió al hecho de que los lineamientos que han potenciado la producción en Bogotá se hayan mantenido a lo largo de diferentes gobiernos. En su visión esto se debe “a que hay documentos de política pública muy sólidos; tanto los incentivos nacionales como el permiso están respaldados por leyes o decretos, eso habla de la voluntad política desde el sector público con el desarrollo y la promoción del sector”.
Aludió también a otros factores como el nivel de usabilidad y apropiación que han tenido dichos lineamientos por parte de la industria, así como a las posibilidades de inversión, empleo y contrataciones que este marco regulatorio ha traído en sectores conexos como la logística, la seguridad, el transporte y el alojamiento.
En cuanto a la proyección a futuro de la comisión, mencionó que planean fortalecer el PUFA para que en él se incluyan permisos para nuevos espacios, como el sistema de transporte Transmilenio, las plazas de mercado y, cuando se construya, el Metro de Bogotá. De igual manera se mostró abierto a promover el uso de nuevas tecnologías como la producción virtual y la inteligencia artificial.
Por último, enfatizó la importancia de visibilizar la diversidad de arquitecturas que ofrece Bogotá, ya que en ella se pueden encontrar entornos más modernos, así como construcciones clásicas y paisajes de barrios populares. “Es una ciudad muy ecléctica, tiene variedad y sus posibilidades estéticas se renuevan constantemente” concluyó.
