Como parte de las actividades que la Sociedad General de Escritores de México tuvo en días pasados, con el objetivo de reunir a integrantes de diferentes asociaciones de Latinoamérica, Camila Loboguerrero, una de las pioneras del cine colombiano y directora de ficciones como Cartas a Julia y Apartamento de solteras; así como su compatriota Teresa Saldarriaga, directora de la cinta Simona Amaya: Vivir o morir por la libertad, compartieron sus reflexiones sobre los desafíos que enfrenta su país en cuanto a creación de contenidos nacionales frente a las plataformas streaming.
Sobre este tipo de encuentros, organizado por SOGEM, ambas coincidieron en que son una oportunidad clave para fortalecer la colaboración y el intercambio de aprendizajes entre distintos países: “Con esto vamos tomando temperatura y conociendo los problemas de los diferentes países, porque lo lindo de esto es la ayuda que se dan unas con otros y aprender de quienes están más adelantados. Es como una gran hermandad donde aquí no hay envidias. No competimos, estamos todos ayudándonos porque nos conviene que haya más sociedades de gestión” dijo Loboguerrero.
COLOMBIA EN PRODUCCIÓN DE TV Y CINE
Ambas directoras y productoras mencionaron que la industria colombiana atraviesa un momento de transición. Aunque la producción sigue activa, especialmente en plataformas, el ritmo de producción para la televisión abierta se ha reducido: “Caracol y RCN, los canales principales, siguen produciendo, pero no a los ritmos de hace cinco o seis años. Se está produciendo mucho para plataformas en donde el producto colombiano tiene mucha salida y gusta mucho” dijo Saldarriaga, quien agregó que esto se refleja en plataformas como Netflix, en la cual el contenido colombiano ocupa el segundo lugar de los más visto.
En cine, el crecimiento es notorio para estas directoras y productoras: “Ahora se están produciendo cerca de 70 películas al año, en comparación con las cuatro al año antes de la Ley de Cine y está haciendo mucho ruido en el exterior” añadió Loboguerrero. Sin embargo, especificó que, pese al aumento en cantidad, a nivel de industria “sigue siendo algo muy precario y es más difícil con el público”.
LOS RETOS EN TV Y ADAPTACIÓN A LA TECNOLOGÍA
Saldarriaga explicó que el entorno y la manera de ver la TV y el audiovisual están cambiando, “el mercado está cambiando y por eso tenemos que adaptar a las nuevas tecnologías, y una de las incógnitas que tenemos es la inteligencia artificial, qué va a pasar con los contenidos, cómo los vamos a reglamentar. En Colombia ahora tenemos 12 proyectos de ley, solo en uno aborda el respeto al trabajo del libretista y del director cuando viene la IA” y subrayó que este es un momento coyuntural para la industria en el contexto global.
Uno de los desafíos en la TV colombiana radica en la desaparición progresiva de las telenovelas, que antes eran un referente nacional: “Los canales privados se han vuelto realizadores de programas, pero trabajan para Netflix, están haciendo una novela cada canal, porque el resto son concursos y realities” explicó Loboguerrero, quien agregó que esta situación podría resultar en la pérdida de una generación de libretistas especializados en el género de la telenovela: “Todo ese talento que había para el melodrama ahora tiene otro modo de producción, con equipo de afuera y otros presupuestos”.
EL IMPACTO DE LAS PRODUCCIONES EXTRANJERAS
Con la Ley 1556, que fomenta la producción de películas y series extranjeras en Colombia, a través de la Film Commission, por lo que destacaron, “hay una enorme capacitación de los técnicos porque vienen equipos estadounidenses con un gran desafío y lo técnicos están trabajando bien y hay mucho qué hacer, y hay una gran sensación de una gran industria de cine en estos momentos, pero son esas producciones extranjeras que sirven para técnicos y actores chiquitos, pero en donde ni directores, ni guionistas, ni protagonistas son colombianos, no tenemos trabajo ahí” opinó Loboguerrero.
Este auge de producciones internacionales también ha tenido un efecto en las tarifas de los técnicos colombianos, quienes ahora prefieren trabajar con producciones extranjeras que ofrecen mejores salarios. Sin embargo, esto complica la producción nacional, que no puede competir con los presupuestos de las empresas extranjeras: “Los técnicos ya no quieren trabajar en producciones nacionales porque esperan que se les paguen como en una producción gringa” agregaron.
LA CRISIS DE LOS CREATIVOS SIN OPORTUNIDADES
Saldarriaga y Loboguerrero subrayaron que muchos talentos de la industria, incluidos guionistas y directores, están quedando sin oportunidades. Lobo Guerrero advirtió que “es una crisis social que comienza a gestarse, ya que muchos creativos que habían alcanzado cierta estabilidad económica, ahora enfrentan dificultades para encontrar trabajo en su propio país”.