En una época donde la inmediatez y la exposición en redes sociales se perfila como un posible indicador del éxito, Iván Hochman, actor y escritor argentino, plantea la importancia de encontrar autenticidad en el arte. “Vale mucho la pena escuchar a los artistas que defienden una mirada propia, más allá de lo que las redes dictan como correcto o popular. Hace falta salirse de la lógica algorítmica del mundo” afirma. Con un recorrido que abarca su interpretación de Fito Páez en El amor después del amor y diversos proyectos creativos, Hochman se posiciona como una voz que prioriza lo genuino.
INTERPRETAR A FITO PÁEZ
Dar vida a Fito Páez en la serie de Netflix El amor después del amor, producción de Mandarina Contenidos, fue un reto transformador para Hochman. “Fue un regalo, porque fue mi primer proyecto audiovisual y de una magnitud inmensa, no solo por la dimensión de la serie, sino por la figura de Fito” comenta. Encarar la historia de un artista que enfrentó grandes tragedias personales y las convirtió en música, le dejó valiosas lecciones. “Fito vivió mucha oscuridad, pero salió de ella rodeándose de la luz de sus amigos, amores y maestros. Fue una gran aprendizaje encarnarlo y representar esa historia y tratarla con el respeto y el amor que se merece”.
El proceso de selección para este papel fue arduo: seis meses de pruebas virtuales en plena pandemia, que incluyeron representar diferentes etapas de la vida de Páez y aprender canciones en tiempo récord. “Yo no soy músico de sacar una canción en el momento, me pasaba noches enteras aprendiendo. Estuve meses estudiando la historia de Fito, su música, formas de hablar y me acuerdo que un día estaba viendo el videoclip de Ciudad de pobres corazones, que es una de las canciones más icónicas de Fito, y dije: ‘Qué ganas de hacer esa canción’. Y esa misma noche me escriben y me dicen: ‘Para mañana la tienes que tener’. Llamé a mi profesor de piano y pasamos toda la noche preparándola. ‘Ten cuidado con lo deseas’ me dije”.
Y aunque había hecho teatro durante más de diez años, estudiado dirección y guion de cine, Hochman nunca había actuado en nada audiovisual en plataformas, así que su debut fue por todo lo alto. Esa interpretación le hizo merecedor de un Premio PRODU 2023 en la categoría Mejor Actor Revelación.
LAS LECCIONES APRENDIDAS
Para Hochman, este proyecto no solo marcó su inicio en el audiovisual, sino que le enseñó a trabajar en equipo y a pedir ayuda, algo que considera esencial en la industria. “Hay una idea errónea de que el trabajo artístico es individual. En realidad, se necesita apoyo para perfeccionar lo que hacemos. Aprendí a poner en palabras mis miedos y necesidades, y a compartirlos sin culpa”.
Esta experiencia también lo llevó a encontrar un equilibrio entre los rituales colectivos del teatro y la intimidad del cine. “En el cine, cada uno tiene su ritual, y eso me descolocaba al principio. Fue difícil, pero necesario, aprender a defender mi propio espacio creativo”.
UNA NUEVA MIRADA
Hochman ve en su generación un deseo de alejarse de las imposiciones algorítmicas y de las narrativas convencionales. “Estamos aterrorizados por la velocidad de los logros y la medición del éxito a través de las redes sociales. Pero creo que es importante salirse de esa lógica para crear obras que conecten desde lo humano y lo imperfecto”. En su obra teatral Yo también me llamo Hokusai y en su novela Por qué te vas, explora temas como la identidad, el éxito y los vínculos familiares, siempre desde una mirada introspectiva.
PROYECTOS ACTUALES Y FUTUROS
Actualmente desarrolla varios proyectos y colabora con un grupo de guionistas llamado El Pozo para crear series que aborden la juventud artística y los conflictos familiares. Además, sigue girando con Yo también me llamo Hokusai, una obra que describe como “un viaje energético y narrativo que transforma al público”.
Para él, el éxito nunca ha sido la meta. “Lo que siempre me movió fue el placer de crear y el deseo de contar historias. Creo que desconectarse del éxito y el reconocimiento como fin es clave para desarrollar proyectos que hablen de la actualidad de manera viva”. Su mensaje final es contundente: “La vida responde todo el tiempo, aunque los planes no sean lo que esperabas”.