El Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) de Argentina, que a fines de febrero tenía 730 empleados, hoy cuenta con 340 y apunta a descender al número objetivo de 280-250 personas hacia fines de mayo del próximo año. Carlos Pirovano, presidente del INCAA desde febrero pasado, comentó que la nueva administración se ha dedicado a sanear cuentas y que ha logrado un superávit no estructural de casi US$8 millones.
“La cantidad de la nómina de empleados, de edificios y de gastos de estructura hacía absolutamente insostenible la operación. Todo eso implicaba un quebranto del más del 60% del total de los ingresos del INCAA. Durante los primeros cuatro meses nos abocamos a ordenar esto de manera rápida” dijo Pirovano.
El INCAA operaba en ocho edificios, cuatro de ellos rentados. Ahora ocupa cuatro, tres de ellos son propios –el administrativo, la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC) y el cine Gaumont– y uno alquilado, que alberga la cinemateca.
Las nuevas autoridades apuntan acondicionar el subsuelo del edificio donde funciona la ENERC para ubicar allí la cinemateca. “El edificio es propio, tiene el tamaño adecuado y permite integrar la cinemateca con la escuela. Además, como está ubicado en un lugar céntrico puede ser también un lugar de exposición” apuntó Pirovano.
CONCURSOS Y SUBSIDIOS
Por otro lado, Pirovano aseguró que el INCAA había dejado los concursos de lado porque los fondos prácticamente solo alcanzaban para pagar sueldos, solventar gastos de estructura y otorgar subsidios, incluso a proyectos que debían pasar por la vía del concurso.
“El equívoco era que todo pasaba por el subsidio, cuando los subsidios son para películas de taquilla. Por eso, de golpe teníamos un montón de películas que a lo mejor legítimamente no tenían que tener taquilla, porque eran experimentales o con vocación artística, y tenían que pasar por la vía de convocatoria y de concursos, pero esa vía se había desfinanciado” dijo Pirovano.
Ahora hay dos vías: la de la convocatoria a concursos para producciones artísticas, experimentales, de desarrollo de talentos o documentales digitales; y la vía industrial del subsidio que se paga en relación con la taquilla.
“El subsidio ha vuelto a su punto original. Se tramita a partir de la entrega de la copia masterizada. No hay más adelantos de subsidio, tienen que hacer la película, y si necesitan financiamiento del INCAA se da en formato de crédito” explicó Pirovano.
Actualmente, los realizadores jóvenes pueden apuntarse en la convocatoria al concurso de Ópera Prima 2024 (del 1.° al 15 de enero) y de Largometraje documental digital (abierto hasta el 3 de enero). Este año también se realizaron convocatorias para Historias Breves – Blood window; Producción de series cortas de ficción; Largometrajes: ficción y documental; y Guiones terminados para series de ficción y/o animación y largometrajes de ficción y/o animación, además del concurso federal para el desarrollo de proyectos de largometrajes Raymundo Gleyzer.
“Hace cuatro años que no se hacían concursos de Ópera prima, por ejemplo. El último fue con la gestión de Ralph Hayek. Y para hacer el Festival de Mar del Plata y Ventana Sur del año pasado hubo un ATN (Aporte del Tesoro Nacional) de US$2 millones de dólares. Este año, como Javier Milei es el Presidente y dice que el superávit fiscal no se negocia, no había posibilidad de pedir un ATN y sí obligación de sanear las cuentas del INCAA, además de un convencimiento de que tienen que ser sanas. Ese déficit estructural del año pasado, de entre US$2 millones y US$4 millones, lo cambiamos en un actual superávit no estructural de casi US$8 millones y un superávit estructural de unos US$2 millones. Los US$8 millones son los que hemos acumulado merced a la reestructuración, pero a lo largo del tiempo vamos a ir pagando los concursos que estuvimos lanzando, algo que ya previsionamos” dijo el presidente del INCAA.
VENTANA SUR
Pirovano también se mostró satisfecho con la realización del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y de Ventana Sur en Montevideo, al tiempo que aseguró que la idea es que este último mercado se realice un año en Buenos Aires y otro en Montevideo.
“La marca Ventana Sur pertenece a Argentina, pertenece al INCAA. Lo que hicimos fue ampliarlo y hacer un Ventana Sur Río de la Plata para crecer. Se hará un año en cada ciudad y podría sumarse otro país, nunca se sabe. La idea es que los países en lugar de competir por el mercado cooperen” finalizó.