Con limitaciones por la pandemia, pero la gente quiere volver a socializar, por ejemplo, según Google, las búsquedas de vestidos de novias subió más del 200% y las de los parques infantiles 800%, a nivel mundial en comparación con hace un año. A la vez se mantiene la tendencia de ahorrar; mejorar el bienestar (muestra de ello es el interés en masajes o vitaminas); aprender habilidades para el manejo de tecnologías para el trabajo o la escuela, y contar con mayores comodidades en el hogar.
A prácticamente un año y medio de que vivimos a nivel mundial la pandemia provocada por el covid-19, nos acostumbramos a nuevos hábitos. En cuanto a las estrategias de publicidad, las marcas, todas, sin duda, tuvieron que replantear su forma de comunicarse con sus públicos. En un ambiente de cambio permanente, hoy ya podemos hablar de algunos aprendizajes y tendencias. Entre ellos están:
– Las prioridades de consumo de las personas se modificaron. Al principio del confinamiento, la preocupación era satisfacer las necesidades básicas, de ahí el pánico y desabasto que se vivió de algunos productos, a la vez crecieron las solicitudes de las “entregas a domicilio”.
También, la incertidumbre económica se acentuó, por lo que las personas siguen buscando ahorrar, debido al miedo de perder su empleo o por el pago de deudas, de ahí que las promociones sean especialmente atractivas.
Además creció el interés de hacerlo uno mismo, eso se refleja en la búsqueda de videos sobre cómo hacer labores nuevas o retomar en casa actividades que ya no se pueden hacer fuera.
Para actuar de forma oportuna, el monitoreo de esta realidad fue vital.
– Conectarnos de forma virtual se hizo realidad. Las empresas tanto medianas como grandes optaron por esta opción para reunirse con sus audiencias, hay que reconocer que no ha sido sencillo, ni siempre efectivo.
Se requiere creatividad y evitar saturar a los usuarios con eventos digitales, cuando muchos pasan varias horas en juntas virtuales. Sin embargo, las ventajas de asistir, por ejemplo, a un evento en vivo sin necesidad de desplazarse, seguirá siendo una gran atractivo siempre y cuando se genere interés.
La publicidad desde hace tiempo no puede ser solo presencial, las marcas deben promocionarse en medios digitales, más que nunca, buscando la participación de los públicos.
– El home office se mantendrá, o esquemas híbridos que dan oportunidad de tener más tiempo libre dedicado al placer o la diversión. Sin duda un cambio importante en la cultura de trabajo que reta a las empresas, a la vez que se afectan los hábitos de consumo.
– Las compras en línea se dispararon. Si bien existía una tendencia al comercio electrónico, con la pandemia se incrementó su uso, para comprar desde despensa, muebles o hasta autos, por lo que Internet se consolidó como una fuente de información para tomar decisiones de compra.
En conclusión, Zharmer Hardimon, editor de Think with Google, afirma: “Tras la pandemia, las empresas tienen más indicadores de los consumidores, están mejor equipadas para tomar medidas basadas en esta información. De todas formas, las interrupciones y la incertidumbre no han acabado. A medida que pensamos en el resto del año, debemos trabajar para imaginar una nueva versión de lo que significa satisfacer las necesidades de los consumidores, incluso a pesar de las fluctuaciones y la volatilidad permanente”.
Cabe agregar que hay que seguir siendo empáticos, los tiempos aún son inciertos, nunca hay que perder el toque humano.