Nacidos entre los años 1995 y 2015, son los jóvenes adultos de la actualidad y marcan las tendencias que mueven el mercado. Cuáles son sus motivaciones e intereses.
Las personas que han nacido desde mediados de los 90 ya no son niños, se han convertido en jóvenes adultos y la manera en que han vivido sus primeros años ha marcado a toda su generación. Ellos son nativos digitales, manejan Internet a la perfección y los medios digitales son su principal herramienta de información y comunicación. Las redes sociales, el marketing de influenciadores y las nuevas tecnologías son los canales por los que reciben cualquier tipo de mensajes.
Esta porción de la población empezó a ser de principal relevancia en los últimos años, cuando estos jóvenes comenzaron a adentrarse en el mundo laboral, contar con ingresos propios y tener peso en las decisiones de compra. Se entiende que al empezar a percibir sus primeros ingresos y no tener demasiadas responsabilidades económicas, están en una instancia que les permite gastar un mayor porcentaje en gustos personales, lo que los vuelve un target tentador para marcas y empresas. Incluso los más pequeños, que aún no cuentan con sus propios ingresos, tienen alternativas que les ofrecen cierta independencia económica como la posibilidad de acceder a tarjetas o billeteras digitales.
A diferencia de sus antecesores (los millennials, Gen X y baby boomers), los Gen Z basan sus decisiones de compra sobre todo en el WOM (Word Of Mouth), lo que se conoce como el boca a boca, confían mucho en la opinión de sus pares, esto hace que herramientas como las plataformas de streaming y las redes sociales sean una pieza clave para la llegada a este target.
Lucio Canievsky, CEO de Moscú Agencia + Moscú Gaming & esports comenta que la iniciativa que han llevado adelante creando la primera Liga Gastronómica de esports de la Argentina tuvo como semilla inicial la necesidad de adaptar los canales de comunicación a este nicho tan particular. “Para las marcas es necesario innovar en sus planes de comunicación, nosotros encontramos en los esports un potencial increíble que no estaba siendo explotado. Le acercamos a las marcas esta posibilidad y los resultados superaron las expectativas” explica Canievsky.
La esports Food League que se realiza en Argentina se transmite íntegramente a través de la plataforma Twitch, mientras que el centro de las comunicaciones entre la comunidad se realiza por Discord. En ese contexto, las marcas que participan en el evento pueden acercarse a los jóvenes que juegan o miran las transmisiones de una manera innovadora y disruptiva. Lucila Yepes, gerenta de Marketing de SushiClub que participa por segundo año consecutivo en la Liga, explica que “esta generación es muy influyente, para nosotros integrarnos en sus espacios es el camino natural para estar más cerca de nuestros consumidores. Desde SushiClub fuimos pioneros en la unión de una marca gastronómica con el mundo gamer”.
Los chicos de la Gen Z valoran lo auténtico y se sienten bien siendo parte de una comunidad, es así que el gaming es una actividad muy valiosa para ellos. No solo para quienes pasan tiempo jugando, sino que hay una gran comunidad de jóvenes que pasan muchas horas viendo transmisiones de partidas por streaming. En promedio, pasan 16 horas semanales jugando, ocho horas semanales viendo transmisiones de juegos y seis horas promedio semanales interactuando en foros de juegos.
Estos números indican lo importante que es el gaming en el día a día de este grupo. Matías Cabrera, socio fundador de Hell’s Pizza (una de las marcas gastronómicas participantes) comenta que el público objetivo está directamente ligado al gaming y que estar dentro de esta práctica es una forma de acercarse naturalmente al target y entablar relación con ellos desde adentro. Es una forma de conocerlos más, entender sus deseos y costumbres y, sin duda, eso les ofrece una ventaja enorme para posicionar a la marca frente a ellos.
La Gen Z ya no es el futuro, es el presente. Marcan agenda, crean tendencias y tienen gran influencia en el mercado. Prestar atención a sus prácticas es una manera de no quedarse fuera y poder entender el porqué de sus motivaciones e intereses.