En los últimos años las islas del mundo se han convertido en un doloroso símbolo del cambio climático. El aumento en el nivel del mar ha hecho que cientos de islas estén en riesgo de desaparecer. Hoy en día, cinco islas han sido borradas del mapa debido al aumento del nivel del mar.
Es por esto, que DDB Colombia y Cerveza Corona, en su compromiso con la lucha contra el plástico y el cuidado de las playas, decidieron adecuar una isla para demostrar al mundo que es posible proteger nuestros paraísos y vivir en paz con la naturaleza. Corona Island se ha convertido en la primera isla en el mundo certificada como libre de plástico de un solo uso, con el sello de más alta calidad entregado por Oceanic Global, ONG internacional encargada de proteger los océanos.
El diseño y la construcción de la isla empezaron en 2021. Bajo el direccionamiento de arquitectos expertos en obras sostenibles, y se lograron edificar todas las estructuras con materiales 100% orgánicos, con mano de obra de artesanos de la región, evitando el uso de maquinaria pesada que generara contaminación. Cada una de las estructuras que se encuentran en la isla fue construida alrededor del diseño que ya había hecho la naturaleza, preservando el ecosistema y evitando la producción de gases de efecto invernadero gracias a la energía solar implementada en toda la isla.
Corona Island cuenta con bungalows que fueron situados estratégicamente para aprovechar el curso del viento del mar, reduciendo el uso de energía. La iluminación con LED se instaló cerca del suelo para evitar la contaminación lumínica y el impacto del CO₂. Además, todas las estructuras fueron elevadas a una distancia específica del suelo para favorecer el tránsito de aves y el anidaje de las tortugas marinas. Al ser la isla hogar de animales nativos de la zona, se decidió hacer un plan de reforestación en el que se sembraron alrededor de 25.000 plantas propias de la región, logrando así mejorar las condiciones de temperatura y su hábitat.
En junio de 2022, Corona Island abrió sus playas al mundo para brindarles a visitantes de Brasil, Sur África, Canadá, Colombia, entre otros, una experiencia única en la que cada detalle fue diseñado para que vivieran el propósito de la marca: desconectarse para reconectarse con la naturaleza y proteger el medio ambiente.
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Una vez en la isla, los visitantes aprenden del mantenimiento de corales y plantación de manglar, dejando al mismo tiempo un impacto positivo al revitalizar la flora y fauna de la región. Estas actividades se complementan con momentos de mindfulness y compromisos de sostenibilidad para el día a día. Además, la oferta gastronómica es elaborada a partir de insumos locales, la cual va de la mano con un programa de cero desperdicios y disposición de residuos certificados.
Corona Island se convirtió en un asset global de la marca, y seguirá funcionando durante 2023, recibiendo a más países y visitantes para transformar sus vidas y convertirlos en embajadores de un mensaje que llevarán con ellos a sus lugares de origen.