En el estudio La era de la inteligencia inclusiva, de dentsu, reconocidos futuristas, académicos, autores y expertos a nivel mundial, y múltiples clientes de más de 20 países concuerdan en que para el 2030 serán cada vez más los consumidores que vivirán en “islas de privacidad”, es decir, que guardarán sus datos, por lo que las marcas deberán robustecer su compromiso y relación con la política de manejo de datos.
El fin de las cookies fue el principio, pero las proyecciones de los especialistas aseguran que los consumidores serán cada vez más cuidadosos respecto a la información que compartan en la web. Las compañías, año a año tendrán que adecuarse a las nuevas normativas que exigen los usuarios, ya que, según el estudio publicado por dentsu, ocho de cada diez personas en todo el mundo aseguran que les gustaría tener más control sobre la información personal que comparten con las empresas.
“Pensando en el 2030, las compañías y las marcas tendrán que encontrar nuevas estrategias ‘fuera de la caja’ para llegar a las personas que han decidido pasar desapercibidas en el mundo digital. Y, ciertamente, con el tiempo seremos espectadores de nuevas regulaciones éticas que afectarán a esta economía de datos, las cuales irán acompañadas de leyes que serán levantadas por los países para sancionar el mal uso de la información privada” explicó Patricio Busso, Managing Director de iProspect Argentina.
Expertos concluyen que a fines de esta década veremos el surgimiento de consumidores que están dispuestos a renunciar a la conveniencia y al acceso a los servicios digitales en aras del control de sus datos, volviéndose casi invisibles a las marcas.
Desde dentsu explican que la conciencia de los usuarios de la web en relación a sus datos y cómo son manejados ya existe, porque ya hay precedentes de su uso, para fines positivos o negativos. Sin embargo, resaltan que conscientes de su valor e importancia, cada vez son más las personas que deciden simplemente no compartir sus datos y sus huellas, para no exponerse a ser contactados con mensajes sesgados, información manipulada por agentes políticos, o comercio que simplemente los persigue porque son su público objetivo.
En la actualidad, una cuarta parte de las personas a nivel mundial no están dispuestas a compartir información personal en ninguna circunstancia, mientras que la mitad de los consumidores a nivel mundial esperan poder negarse a compartir sus datos personales, pero aún así recibir el mismo nivel de servicio.
Dentsu considera que estas desconexiones pueden crear un desequilibrio percibido en el intercambio de valor, lo que puede generar desconfianza de los consumidores o perder oportunidades para las marcas. Por esa razón, es importante que las marcas desarrollen una comprensión clara de los factores específicos que influyen en las actitudes y comportamientos de sus audiencias en torno a la privacidad, y que se basen en estas ideas para ajustar el intercambio de valor que proponen a los consumidores.
“Las marcas no deben apartar la mirada de los peores escenarios. Ninguna empresa es completamente inmune a las violaciones de datos, por lo que ahora es un buen momento para revisar su plan de respuesta a fin de estar mejor posicionados para conservar o recuperar la confianza de sus clientes en caso de una violación. Reunir un equipo de respuesta, capacitar a sus empleados sobre las acciones clave que deben tomar ante una infracción, documentar un plan de acción y preparar plantillas para difundir rápidamente las comunicaciones son las mejores prácticas para estar preparado para responder a una infracción de forma transparente y eficaz, y hacerlo contribuye a mitigar el daño” concluyó Patricio Busso, Managing Director de iProspect Argentina.