Para ganar en FIAP —según explica Favio Encinas, director Creativo Ejecutivo y socio fundador en Rock and Roll en Bolivia— es necesario encontrar ideas capaces de derrumbar los muros que nos separan constantemente: “a la sociedad de las problemáticas reales, a las marcas de las personas, a las personas de nuestra humanidad”.
Encinas, quien será jurado de Shortlist en la categoría Anuncios, explica además que hoy el mundo de las ideas es muy dinámico y cambiante, y por ello agencias y productoras no pueden quedarse en el pasado. Acota que en la actualidad las marcas necesitan volver a conectar con las personas explorando niveles más profundos. “Hoy no solo es necesario hablar el idioma de los consumidores, se necesita ir más allá y ser parte de sus vidas, motivarlos, crecer con ellos” subraya.
Y es que para el reputado creativo FIAP ha sido desde el inicio un prestigioso e intachable reconocimiento a la creatividad. Según él, este festival ha sabido mantener el nivel y credibilidad para que la industria se exija a sí misma estar a la altura de los mercados más exigentes. “Concentrar a todos los talentos de Iberoamérica en un solo lugar para evaluar y reconocer lo mejor de la creatividad hace que todos empujemos hacia una sola dirección y esa es adelante” afirma.
De acuerdo con Favio, el desafío de la industria publicitaria hoy, a un año de la pandemia, tiene que ver con la “reinvención”. Indica que ya sea por voluntad o por necesidad toda la industria se ha visto obligada a replantear la forma en la que hace las cosas.
“El consumidor ha cambiado y toda la industria recibe el impacto por efecto dominó. Pero es cierto que también nos encontramos también con la oportunidad de cambiar todo aquello que siempre hemos criticado y que nos disgustaba de la publicidad. Podemos trabajar con cualquier talento o cliente ya que hoy, mientras más encerrados estamos, nos hemos dado cuenta de que las fronteras ya no son un obstáculo. La industria hoy tiene la chance de reinventar la comunicación y ser más relevantes ante un consumidor más consciente de su entorno. Romper lo establecido suena menos ilógico que hace dos años” concluye.