Gustavo Razzetti, EVP y Director General de LAPIZ
El EVP y director general de LAPIZ, Gustavo Razzetti, considera que las organizaciones convencionales establecieron dinámicas poco sanas para la productividad e integridad de sus recursos humanos. “Solo 13% de la fuerza de trabajo mundial, según Gallup, se siente identificada con su empleo, mientras que el resto está desencantado y a veces hasta sabotea a su empleador” explicó. Razzetti invita a las empresas a adoptar modelos que desafíen lo establecido. “En LAPIZ uno de los hábitos es desafiar nuestra propia perspectiva interna, trayendo a personas de afuera, con una mirada fresca para trabajar en los proyectos” señaló. Por otra parte explicó que las diferencias son el punto de partida para unificar a un grupo. “Las personas quieren aprender de los otros, quieren ser desafiado, necesitan otras perspectivas para mejorar sus ideas. Esto no quiere decir que sea un proceso cómodo y fácil, pero es el punto de partida para la alineación” sugirió Razzetti. “Como líder procuro promover las diferencias en vez de censurarlas”. Para el ejecutivo la solución está en crear ambientes de trabajo más propicios para la colaboración y entender que la felicidad de los empleados se transforma en productividad. “La felicidad es un estado mental, no es algo que pueda proveerse y ocurre dentro de cada persona: aceptándose. Las organizaciones deben promover una cultura de aceptación personal y del otro, en vez de tratar de instaurar felicidad en la oficina. Puede sonar ingenuo, pero a medida que las personas puedan expresarse con confianza mejorarán su desempeño laboral” concluyó.
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