Gustavo Razzetti, fundador de Liberationist, escribió un artículo titulado: El perfeccionismo es el peor enemigo del cambio, donde explica que la búsqueda de la perfección puede convertirse en el peor enemigo. “Buscar el momento, la solución, la decisión, etc., perfectos solo puede paralizar” destacó.
Explicó que existe una paradoja en la perfección. Los padres que quieren que sus hijos sean perfectos, limitan sus posibilidades y estos responderán o complaciéndolos o rebelándose. Igual sucede con los jefes perfeccionistas, que lo que siembran es temor, y el temor genera más errores. “En ambos casos, padres y jefes están promoviendo un comportamiento de ‘complacer a otros’, en vez de motivar a hijos o empleados a dar lo mejor”.
Razzetti propone tres preguntas que las personas deben hacerse para “mantenerse perfectamente imperfectas”. La primera es si la persona está tratando de complacer a otros, y para Razzetti mientras más se busque aceptación, más se decepciona a la gente. En relación con la segunda —qué es lo peor que puede pasar—, recomienda que en vez de enfocarse en lo que pasó, hay que disfrutar lo que está pasando. Y, finalmente, hay que preguntarse lo que se puede aprender cuando las cosas no salen como se esperaba, “tener una mente abierta al cambio requiere adaptarse en vez de estancarse en lo que debió suceder” dijo.
“La vida perfecta es la que uno tiene y puede disfrutar” dijo. Recomendó enfocarse en mejorar, en ser audaz y valiente, en experimentar la mejor persona que se pueda ser.