Gustavo Prado, director y fundador de Trendo, conversó con PRODU sobre las tendencias del consumidor mexicano en diversos sectores.
Prado, un multifacético especialista en estudios de tendencias, investigación de mercado, emprendimiento, diseño, innovación de negocios, marketing y social, es un apasionado en provocar la creatividad a través de estrategias de diseño, asesorando a empresas y emprendedores a entender la manera en la que en México, la tecnología, la educación y el diseño crean nuevas oportunidades de negocio. Actualmente, es director en trendo.mx, agencia de investigación de tendencias, que evalúa el futuro del consumo en México.
“Trendo es una empresa que evalúa hacia dónde va el destino del consumidor en México. Es fundamental entender que, a pesar de las similitudes que puedan existir con los patrones de consumo de EE UU, México y Latinoamérica, todas las industrias tienen realidades económicas y culturales distintas. Las estrategias de marketing y comunicación deben adaptarse a un contexto local, donde las condiciones socioeconómicas influyan en el comportamiento del consumidor. Hay un cambio notable en el consumo de medios. Después de la pandemia, los cines han perdido su atractivo. Aunque la gente consume contenidos de diversas formas, como podcasts y plataformas de streaming, la realidad es que muchos mexicanos, especialmente aquellos con ingresos bajos, no tienen el tiempo ni los recursos para participar en esta vorágine de contenidos. Las métricas actuales de consumo no reflejan con precisión las verdaderas condiciones de vida de la mayoría de la población” destacó.
Prado enfatiza la desconexión que existe entre las percepciones de consumo y la realidad.
“A menudo se dice que los mexicanos pasan horas consumiendo medios, pero esto no se alinea con los desafíos económicos que enfrentan. Los medios tradicionales no han muerto, siguen siendo relevantes, especialmente para aquellos que carecen de acceso a tecnologías más avanzadas. En necesario comprender el verdadero panorama del consumo de medios en México. Los cines están cayendo en el abandono porque después de la pandemia nadie volvió a ir, pero esto no quiere decir que la gente no consuma una gran cantidad de contenidos. Se dice todo el tiempo que el mexicano promedio escucha a la semana 11 horas de podcasts, pero no se evalúa cuántas horas de radio abierta oye. Entonces, si ese consumidor que está consumiendo 21 horas auditivas, más 20 horas visuales, más todo lo que hace en gaming, además de TikTok, existe; resulta que estamos enfrentados en unas entelequias imaginarias que están viendo al mismo tiempo una pantalla gigante y que básicamente no duermen para poder consumir más contenidos. Sabemos que esto no es cierto, porque hay 100 millones de personas en México, que básicamente tienen un ingreso menor a dos salarios mínimos y que sabemos que trabajan 12 horas diarias. Entonces, tenemos que preguntarnos dónde está el hiperconsumidor de media. Verdaderamente no te alcanzan todos los sentidos para todo lo que se está reportando sobre los contenidos que supuestamente la gente consume” comentó.
Gustavo también reflexiona sobre la naturaleza de la experiencia en el consumo cultural, comparando la actualidad con épocas pasadas.
“A pesar de que las salas de cine han mejorado en infraestructura y comodidad, la gente prefiere consumir contenidos desde casa. Tenemos que preguntarnos si estas experiencias son realmente las que quieren los consumidores. Hace 30 o 40 años se decía que en el futuro iba a haber 500 canales, o sea lo que puedo ver ya hoy en streaming. Con toda esta oferta los consumidores se preguntan qué es lo que voy a elegir y quién me va ayudar a ello. Todo el mundo te dice que ahí están los algoritmos megainteligentes de las plataformas, pero en realidad los algoritmos están como la canción de los Rolling Stones ‛I Can’t Get No Satisfaction’, porque, sorprendentemente, en el caso de los medios visuales probablemente el algoritmo no es suficiente. Se supone que las plataformas se gastan millones de dólares para ver en qué se parece el gusto del consumidor, y realmente el problema es evaluar en qué no se parece” agregó.
Asimismo, Prado destaca las rupturas que están ocurriendo entre el algoritmo y el pronóstico de la inteligencia artificial frente a los gustos de los consumidores. “Aún no han podido entender por qué la gente que siempre ve películas históricas, un día ve películas de amor. Hay un problema fundamental que está sucediendo y es que toda métrica es a río pasado. Como por ejemplo, cómo se comportó el consumidor durante la pandemia, en cuarentena y qué vio. Lo que sucede es que una vez que acabó la pandemia, la gente sintió que le quitaron la camisa de fuerza y salió inmediatamente a comerse al mundo, para hacer turismo de venganza, donde todo lo que no viajó, ahora lo viaja aunque se endeude” explicó.
Finalmente, Prado plantea que la atención del consumidor ha cambiado drásticamente. “Habría que empezar a pensar qué es lo que está haciendo que un consumidor tan sobreexcitado, que no tiene ni para dónde voltear, le haga tomar cierta decisión de qué es lo que va a ver. La generación Z, por ejemplo, ha disminuido su capacidad de atención, lo que ha llevado a cambios en la forma en que se consumen contenidos. El futuro del consumo de medios y experiencias dependerá de la capacidad de las marcas y creadores de contenido para adaptarse a estas nuevas dinámicas, donde la simplicidad y la accesibilidad serán clave para captar la atención del público” concluyó.