Héctor Orcí vuelve a ser CEO de la agencia que fundó, luego de la partida de Dilys Tosteson García, quien estuvo al frente durante cuatro años
(Marcos Salas). Al tiempo que la Agencia de Orcí completa el proceso de reconstrucción –recientemente perdió dos cuentas muy importantes: Allstate y Versión-, su titular, Héctor Orcí analiza el panorama del mercado electoral hispano, con miras a las elecciones de 2008, y el desinterés que históricamente han mostrado los candidatos y los partidos políticos por capturar la atención de este grupo demográfico. “El presidente Bush, en la primera elección, fue el primer candidato en tomar en serio al mercado electoral latino”, explica Orcí. “Bush recibió un alto porcentaje del voto latino, siendo republicano (los latinos tienden a votar demócrata). Y es porque se preocupó por hacerlo bien. Contrató a Leonel Sosa, uno de íconos en comunicaciones latinas. Habló en español, les dio mensajes de calidad, similares a los que el mercado general recibe. Indicó con mucha consistencia su respeto por el idioma”. Pero, de resto, que Orcí sepa, los candidatos nunca han buscado –ni están buscando- los servicios de agencias de mercadeo y publicidad hispana. Ocurre que los políticos cometen errores importantes al momento de abordar al mercado electoral hispano. “El primero es que no lo conocen. Y al no conocerlo, la mayoría de los políticos supone que es igual al mercado que sí conocen, el de los votantes anglosajones. Suponen que son votantes un poquito diferentes, pero no mucho. Ésa es la raíz de todos los problemas y lo que les lleva a no tratar asuntos que son importantes para los latinos y de la forma como queremos que sean tratados. Temas como empleo, educación, salud, prosperidad. Todo el mundo quiere que esas cosas funcionen, sin embargo, los latinos los vemos desde un punto de vista muy diferente, que se centra en la familia, en la comunidad y no en la ventaja individual que se tiene cada vez que se vota, como parece ser la característica del mercado anglosajón”. Otro error es la resistencia de los candidatos para hablar en español a un mercado electoral que es hispanoparlante en muy elevada medida. “Muchos candidatos –incluyendo muchos latinos- ha decidido no hablarle en español al mercado por razones que yo no entiendo. Eso hace que pierdan muchísima posición porque si no me hablas en mi idioma, lo más probable es que no te interese mi voto. Tampoco están usando los medios de comunicación en español para lanzar sus mensajes”. “La otra cosa muy importante ocurre cuando sí hacen las cosas en español: lo hacen con una calidad muy inferior a la que hacen en inglés”, prosigue Orcí. “Y como nosotros somos latinos pero también bilingües, sabemos que si lo que se hace para los anglosajones es muy bonito y muy bien producido, y lo que se hace para nosotros es de inferior calidad, lo más probable es que el candidato esté pensando que éste es un votante de baja calidad”.