La industria de los juegos móviles está en constante evolución, al igual que los jugadores, quienes modificaron sus hábitos de consumo durante los últimos años. A partir de la pandemia del covid-19, el mobile gaming se disparó a niveles récord, ya que se convirtió en una de las actividades preferidas durante el aislamiento social y actualmente esa tendencia continúa.
En este marco, Cisneros Interactive, una compañía de Entravision y empresa líder de marketing digital en Latinoamérica, elaboró junto a Justmob, empresa perteneciente a Cisneros Interactive, líder en marketing móvil, una investigación sobre el consumo de los juegos móviles en Latinoamérica, específicamente en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.
El análisis tiene como objetivo señalar el hecho de que todo el mundo juega desde la perspectiva más amplia, porque se ha popularizado lo lúdico en lo digital. En la actualidad, los juegos móviles están ampliamente disponibles, por lo que el análisis busca demostrar que todos, de alguna manera, juegan a través de un dispositivo móvil.
Y por eso es relevante remarcar que la publicidad en los juegos se convirtió en una parte importante de la combinación de medios, ya que los gamers son la segunda audiencia digital más grande después de las de redes sociales.
El panorama general de los gamers mexicanos, entre hombres y mujeres de más de 18 años del país, demuestra que los mexicanos son muy aficionados a los juegos móviles, más del 50% juega con una frecuencia diaria y el 74% por lo menos tres veces al día.
“Durante el aislamiento, esta afición se incrementó y el 65% pasó más tiempo jugando durante este período, en especial los mayores de 25 años” afirma Gonzalo Borras, General Director Audio & Mobile de Cisneros Interactive, y agrega: “Lo que es aún más interesante, es que esta tendencia no parece cambiar, ya que tres de cada cinco jugadores pretenden seguir jugando con la misma intensidad luego de la pandemia”.
Uno de los aspectos más interesantes que deja ver la investigación es que el smartphone es el rey absoluto de los dispositivos a la hora de elegir cómo jugar: tres de cada cinco lo utilizan, con preferencia frente a la tablet o la PC.
La razón por la cual las diferentes generaciones de mexicanos son fanáticos de los juegos móviles es la amplia variedad de oferta que existe en el mercado: juegos de acción, aventura y estrategia son los más elegidos. Candy Crush es el elegido de las mujeres, mientras que PUBG y Clash of Clans son los más populares entre los hombres.
Estos juegos funcionan como momentos de desconexión en un mundo hiperconectado, no solo durante la pandemia. Adultos y adolescentes necesitaron de este tipo de distracciones para hacer frente al aislamiento, como un espacio de distensión dentro de la vida diaria.
“El entretenimiento es la principal razón por la cual hombres y mujeres eligen los juegos móviles, pero también el disfrute y el relax son otros de los motivos por los que escogen jugar” explica Borras apoyándose en los siguientes datos: “El 72% se siente muy feliz o feliz jugando y el 78% considera que jugar es una forma de socializar”.
El informe también permite observar que los anuncios se transformaron en parte fundamental de la experiencia de jugar y el 80% afirma que eligen ver anuncios para obtener vidas y/o contenido extra dentro del juego, expresando además una actitud positiva sobre su experiencia con los anuncios.
“Las encuestas nos confirmaron algo que ya sabíamos: los gamers mexicanos no solo juegan, sino que también realizan compras dentro de la aplicación mientras lo hacen: 57% gasta dinero en obtener nuevas vidas para el juego o contenido extra” asegura el General Director Audio & Mobile en Cisneros Interactive y demuestra que los anuncios son parte fundamental de la experiencia del juego.
“El estudio nos permitió observar que esta industria está en constante evolución y que es el escenario ideal para las marcas, ya que les permite lograr un gran alcance en un entorno que las recibe positivamente. Esta tendencia ya está consolidada y seguirá creciendo en el tiempo” concluye Borras.