Las grandes marcas de moda deben invertir al menos el 2% de sus ingresos anuales en una “transición justa” hacia la energía renovable para impulsar la manufactura sostenible, según el último informe de Fashion Revolution, el movimiento de activismo de moda global.
El reporte “What Fuels Fashion”, una edición especial del índice de transparencia de la moda anual, analiza y clasifica a 250 de las marcas y minoristas de moda más importantes del mundo (facturación de USD$400 millones o más) en función de su divulgación pública de acciones relacionadas con el clima y la energía. El informe cubre la rendición de cuentas, la descarbonización, la adquisición de energía, la financiación de la descarbonización y la transición justa y la promoción; abarca 70 puntos de datos.
“Si invirtieran al menos el 2% de sus ingresos en energía limpia y renovable y en la capacitación y el apoyo a los trabajadores, la moda podría frenar simultáneamente los impactos de la crisis climática y reducir la pobreza y la desigualdad dentro de sus cadenas de suministro” señala Maeve Galvin, directora de políticas y campañas globales de Fashion Revolution
La moda sigue siendo una de las industrias más contaminantes, ya que se queman combustibles fósiles en cada etapa de la producción. Sin embargo, el informe concluye que, en lugar de invertir en una transición hacia fuentes de energía renovables como la eólica y la solar para alimentar la cadena de suministro de la moda de una manera limpia, las marcas de moda están trasladando los costos a las fábricas con las que trabajan, cargando a los trabajadores y las comunidades con la tarea de solucionar un problema que no crearon.
Según el informe, 86% de las empresas analizadas carecen de un objetivo público de eliminación gradual del carbón, 94% no tiene un objetivo público de energía renovable y 92% no tiene un objetivo público de electricidad renovable para sus cadenas de suministro. Mientras que menos de la mitad (43%) de las marcas son transparentes sobre su adquisición de energía a nivel operativo, y aún menos (10%) a nivel de la cadena de suministro. “Como resultado, las afirmaciones de cero emisiones de las grandes empresas de moda pueden estar desconectadas de las realidades de la red, lo que crea una falsa sensación de progreso en relación con los objetivos climáticos”.
Otro hallazgo que destaca el informe es que las prendas denominadas “sostenibles” pueden fabricarse utilizando combustibles fósiles. “El impacto climático de la industria de la moda se ha analizado en gran medida a través de la lente de los materiales utilizados en nuestras prendas, en lugar de los procesos de fabricación detrás de ellos” señalan. Si bien el 58% de las marcas informan sus objetivos de materiales sostenibles, solo el 11% señala cuáles son las fuentes de energía de su cadena de suministro.
Fashion Revolution señala que la industria de la moda está evadiendo la rendición de cuentas tanto por producir cantidades excesivas de ropa como por las emisiones asociadas que se liberan a la atmósfera. La mayoría (89%) no revela cuántas prendas fabrican anualmente, casi la mitad (45%) no informa ni cuánto fábrica ni la huella de emisiones de materia prima de lo que produce.
En cuanto al índice de transparencia que desarrolla el informe, la puntuación media general de las 250 marcas analizadas alcanza el 18%. Entre las que obtuvieron puntuaciones más altas están: Puma (75%), Gucci (74%), H&M (61%), Champion (58%), Hanes (58%), Calzedonia (52%), Intimissimi (52%), Tezenis (52%), Decathlon (51%), ASICS (50%), lululemon (50%), Hermès (49%) y Adidas (49%).
Ver el informe “What Fuels Fashion”