Isaac Mizrahi, CEO de alma, cierra el 2022 revisando un futuro difícil, donde situaciones de crisis exigen soluciones radicales. Destacó la importancia en estos tiempos de involucrar a diferentes pensadores para desbloquear el valor comercial de nuevas maneras. Para ello usa como ejemplo en una agencia ‘unica’, ConCreates, fundada por empresarios anteriormente encarcelados, y con una red compuesta principalmente por presos y expresidiarios.
“Esta agencia opera bajo un modelo comercial que aprovecha una red de personas que brindan conocimientos y experiencias de vida personal para impulsar ideas creativas que se ven y se sienten frescas y auténticas” escribió en su columna en Forbes. Agregó que ConCreates trabaja para marcas como Meta, United Airlines, Warner Media y Google, entre otras.
Para Mizrahi, esfuerzos como los de ConCreates, “pueden ayudar a nuestra industria de marketing y publicidad a comprender que la búsqueda de una sociedad más diversa e inclusiva puede comenzar desde adentro, haciendo que nuestra industria esté más abierta a voces nuevas y diferentes”.
Para su columna entrevistó a Joe Nickson y Vincent Bragg, cofundadores de la agencia. Ambos se conocieron cuando estaban cumpliendo sentencia en una cárcel federal de EE UU.
Para describir su agencia, destacan dos puntos: una visión diferente y un propósito social. En el primer caso busca darle la oportunidad a “pensadores radicales” de aprovechar su creatividad para proporcionar ideas radicales a las marcas que buscan romper el molde. Y también abrirle un campo laboral a 1/3 de la población de EE UU que tiene antecedentes penales.
Nickson definió a ConCreates como “un elemento permanente en la intersección de la pasión y el propósito”. Mientras Bragg, que actúa como CEO de la agencia, como “una voz para los sin voz”.
En cuanto a cómo enfrentan un proyecto, Bragg explicó: “Piensen en nuestro equipo ejecutivo como un filtro de café; el brief es el café molido. Luego lo incorporamos con el agua (ConCreates, nuestra red), las ideas salen crudas, luego agregamos crema y azúcar (o sabor), y luego lo ayudamos a ver la luz del día”.