Para Janik Morales, Client Services Director de Mescalina, esta industria podría beneficiar al empoderamiento de la mujer mediante la implementación consciente de una agenda que integre prácticas para su inclusión y desarrollo en las organizaciones. Esto incluiría medidas para facilitar su ascenso a puestos de liderazgo, así como prácticas que promuevan un equilibrio entre la vida laboral y personal, y que contribuyan a reducir la brecha salarial de género.
“En esta industria, tenemos la capacidad de comprender insights y transformarlos en ideas innovadoras. También tenemos la habilidad de visibilizar problemáticas y de sumar a marcas y organizaciones de manera auténtica en la causa del empoderamiento femenino. Considero que esta capacidad nos brinda una oportunidad única para generar un impacto positivo en la sociedad y contribuir al avance de la igualdad de género” señaló.
A su juicio, la única manera de revertir la desigualdad de género es otorgándole visibilidad. “Aunque hoy en día las organizaciones están prestando más atención a este tema, simplemente tener un 50% de mujeres en la nómina no es suficiente. Es crucial generar una cultura de inclusión que garantice oportunidades equitativas y promueva el desarrollo profesional de todas las personas, al mismo tiempo que se fomente un ambiente que permita mantener un equilibrio entre la vida laboral y personal” comentó.
Así mismo, cuenta que el Consejo Coordinador Empresarial desarrolló una guía que proporciona un camino claro para aquellos que buscan promover la inclusión y la igualdad en sus organizaciones.
Además, recuerda que hay acciones tácticas que pueden tener un impacto inmediato, como garantizar la igualdad de oportunidades en los procesos de reclutamiento. “Hay aspectos más profundos que requieren educación y tiempo para madurar. Es esencial abordar tanto los aspectos prácticos como los culturales, para lograr un cambio duradero hacia una industria más equitativa y justa para todos” dijo.
Para Morales, las grandes ideas emergen de la confrontación de visiones, pero también de la capacidad para encontrar un punto de conciliación entre ellas.
Finalmente, para nutrir a las próximas generaciones, considera importante desempeñar el papel de mentoras, crear espacios como foros o redes de mujeres donde se compartan historias, aprendizajes y también fracasos. Al mismo tiempo, recuerda que se deben incluir a los jóvenes en estas conversaciones, ya que muchos de ellos están dispuestos a prestar atención y participar activamente en este proceso de aprendizaje y crecimiento.