El más reciente comercial de Pepsi, protagonizado por la modelo y estrella de reality Kendall Jenner, produjo un gran revuelo que llevó a la empresa de bebidas a retirar el anuncio. El spot, transmitido el pasado martes 5, muestra a Jenner abandonando una sesión de fotos tras quitarse una peluca rubia y el maquillaje, y unirse a una protesta donde participan jóvenes de diversos grupos étnicos. Tras marchar, la modelo le entrega una lata de Pepsi a uno de los policías que está vigilando la manifestación, y todos entonces aplauden y gritan en señal de aprobación.
Las redes sociales se volvieron virales criticando el comercial porque se burlaba de las protestas en contra de la violencia policial, e incluso las trivializaba. También puso en el tapete lo difícil que ha sido para la industria publicitaria acoger y contar historias alrededor de la diversidad.
Para John Gallegos, CEO de United Collective, no tiene nada de malo que una persona blanca sin origen étnico sea la protagonista de un grupo minoritario, así como no es incorrecto que un miembro de una minoría protagonice por la población en general. “Pero tiene que ser la persona correcta” dijo al USA Today. “Si el héroe no tiene una conexión genuina con la causa esta se verá superficial” agregó.
“Le damos a gente blanca, que no pertenece a una etnia, la pluma para escribir historias para toda la población, pero no empoderamos y le damos a las minorías la misma oportunidad. ¿Quién mejor para hacer una gran narrativa que aquellos de nosotros que vivimos en ambos mundos?” se preguntó Gallegos.