Para Luis Miguel Messianu, presidente
creativo y CEO de alma, en términos de marketing,
el valor de marca de EE UU “es tan fuerte y tan poderoso que ha podido soportar
una mala campaña en los últimos años. Desde una perspectiva multicultural,
existe una oportunidad para que esta marca refleje mejor a su audiencia” dijo,
refiriéndose a que “la representación importa” y 2020 fue el año en que los
menores de 18 años se convirtieron en una mayoría minoritaria en el país.
Explicó que esto es parte del progreso y
esa noción toma en cuenta la necesidad de un reinicio y una reconstrucción.
“Hay mucho que probar y aprender. Es por eso que se hace referencia a EE UU como
el Gran Experimento. Este país es una obra en progreso continuo y creo que es
parte del Sueño Americano” dijo en artículo de la serie USA: Can This
Brand Be Saved? de Fast Company.
Joaquín Mollá, cofundador y CCO de The
Community, coincidió con Messianu en que EE UU “es la tierra de las
oportunidades”. Destacó que, si consideramos el país como una marca, seria “lo
que llamamos una marca líder” que la gente sigue. Agregó que, ligado a las
creencias de la gente, EE UU es un país de posibilidades.
Derek Walker, fundador de la agencia Brown
and Browner, dijo por su parte que los desfavorecidos aún ven el potencial del
Sueño Americano y se aferran a que con más trabajo pueden progresar. “Una cosa
es aceptar la marca y otra es creer que el ideal de la marca vale la pena” para
seguir luchando. “Piensen en los nativos americanos, en los afroamericanos y en
los hispanos. Todavía creen lo suficiente como para participar en el sistema y
como para abandonarlo, ni para volverse violentos, no han renunciado”.