En un mundo en constante cambio, donde la incertidumbre marca el rumbo de los negocios, LLYC lanza su más reciente informe estratégico: “Liderar, decidir con audacia“, una herramienta clave para CEOs y tomadores de decisiones que buscan anticiparse a los desafíos y convertir la disrupción en una oportunidad de crecimiento.
El informe identifica nueve realidades clave que impactarán el futuro empresarial y ofrece estrategias prácticas para mitigar riesgos, fortalecer el liderazgo y aprovechar nuevas oportunidades en un entorno global cada vez más volátil.
LAS 9 CLAVES DEL FUTURO EMPRESARIAL
- Prepárate para el permacambio. Esta vez, puede ser más radical: Los recientes ciclos electorales en Estados Unidos, Reino Unido, India, Francia y Sudáfrica reflejan una creciente demanda de transformación social, política y económica. La insatisfacción global con el statu quo obliga a los nuevos gobiernos a tomar medidas drásticas, generando inestabilidad, pero también oportunidades. Las empresas que sepan adaptarse con rapidez, colaborando con startups innovadoras y anticipando cambios regulatorios, tendrán una ventaja competitiva.
- Llevamos tiempo hablando de la IA. Pronto conoceremos la magnitud de su impacto: La inteligencia artificial se encuentra en una fase crítica de expansión y consolidación. Con una inversión global de 11 billones de dólares en centros de datos, el desarrollo de modelos de IA más accesibles y la aceleración de la automatización en múltiples industrias, las empresas que integren la IA en su modelo de negocio serán las que lideren el mercado. Su impacto abarca desde la gestión del talento hasta la detección de patrones de consumo, lo que hace imperativo adoptar estrategias basadas en esta tecnología.
- Se está produciendo un backlash contra valores dignos de defenderse: En algunos mercados, especialmente en EE.UU., está surgiendo un rechazo a las políticas corporativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) y sostenibilidad (ESG), lo que genera tensiones con la visión regulatoria de la Unión Europea. Sin embargo, la pluralidad y la sostenibilidad siguen siendo factores clave para la rentabilidad y el valor de marca. Las empresas deben decidir si seguir esta tendencia regresiva o reafirmar su compromiso con estos valores estratégicos.
- Si quieres que el éxito perdure, el peor enemigo es la inacción: El miedo al cambio ha sido históricamente una trampa mortal para muchas empresas. Casos como el de Kodak y su resistencia a la fotografía digital son un claro recordatorio de que el éxito pasado no garantiza la supervivencia futura. En un mundo en constante evolución, las organizaciones deben adoptar una mentalidad de “desaprendizaje”, explorando nuevas estrategias, tecnologías y modelos de negocio para mantenerse relevantes.
- La desinformación ya no es una molestia ocasional. Es el nuevo ecosistema: La desinformación y la fragmentación de las redes sociales han creado un entorno donde las marcas y empresas pueden ser fácilmente atacadas o manipuladas sin una solución clara para contrarrestarlo. Algoritmos poco transparentes, como los de X (antes Twitter) y TikTok, dificultan la moderación del contenido y generan burbujas ideológicas que impactan en la percepción pública de las empresas. Tener un control estratégico sobre la narrativa corporativa y la comunicación será clave en este nuevo escenario.
- La regulación cambia cada vez más rápido. ¿Quién no querría influir en ella? : Las empresas ya no pueden permitirse ignorar los cambios regulatorios. La Unión Europea ha lanzado la “Brújula para la Competitividad”, que traerá reformas disruptivas, mientras que en EE.UU. y América Latina, las regulaciones están cambiando rápidamente. Dado que más del 50% de las leyes en España provienen de directrices europeas, involucrarse en la toma de decisiones regulatorias será esencial para mitigar riesgos y defender los intereses empresariales.
- La gente tiene una relación cada vez más ambigua con la tecnología: La creciente influencia de gigantes tecnológicos como Meta, Google, Tesla y OpenAI ha generado tanto entusiasmo como escepticismo. Mientras el uso de internet y redes sociales sigue en aumento, la confianza del público en estas plataformas ha disminuido. Las empresas deben encontrar el equilibrio entre adoptar tecnologías innovadoras y generar confianza en sus clientes, priorizando la transparencia y la ética digital.
- Un Z puede convertirse en tu jefe. Y un Silver en tu mejor cliente: Los 250 millones de jóvenes de la Generación Z ya están impactando la fuerza laboral y el consumo, exigiendo más flexibilidad, sostenibilidad y propósito en las empresas. Al mismo tiempo, el envejecimiento de la población convierte a los séniores en un mercado en crecimiento, con necesidades y patrones de consumo específicos. Las marcas que comprendan y adapten su oferta a estos dos segmentos tendrán una ventaja significativa.
- El mundo se fragmenta en bloques: bienvenidos a la bi-globalidad: La idea de una globalización sin barreras se ha desvanecido. En su lugar, Estados Unidos y China están configurando dos grandes bloques económicos y tecnológicos, forzando a las empresas a elegir en qué ecosistema operar. Esta fragmentación afectará las cadenas de suministro, las estrategias de inversión y la expansión internacional, obligando a las organizaciones a reevaluar sus modelos de negocio y alianzas estratégicas.
UNA GÚIA PARA LÍDERES AUDACES
María Esteve, Socia y Directora General de Estrategia de Corporate Affairs de LLYC, destaca que según los expertos de LLYC, el liderazgo empresarial debe evolucionar junto con estos cambios. “Las decisiones no se toman en el vacío. Hoy, más que nunca, los líderes necesitan una visión estratégica y una mentalidad flexible para transformar la incertidumbre en ventaja competitiva“, señala.
Con este informe, LLYC reafirma su compromiso de ayudar a las empresas a navegar con éxito en un entorno de disrupción constante, brindando herramientas clave para comprender, anticipar y responder a los desafíos del futuro.
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