A medida que las empresas aumentan su participación en el mercado, y generan mejores experiencias, incrementan también los riesgos de ciberseguridad asociados a su propiedad intelectual, los procesos y datos confidenciales de sus propios clientes o usuarios, colaboradores o empleados. Estas amenazas, además, seguirán creciendo ante el avance de los sistemas de inteligencia artificial (IA), IoT y metaverso, entre otros.
Los ataques cibernéticos van más allá de las pérdidas económicas; sin duda alguna, tienen un impacto directo en la reputación de las empresas. Ante este contexto, y en el marco del Día Internacional del Internet Seguro, LLYC realizó un análisis sobre la forma en que los ciberataques causan que los clientes pierdan la confianza en las empresas.
“La seguridad en Internet va más allá de las medidas técnicas implementadas por las plataformas; se trata de un compromiso colectivo que requiere la participación activa de todos. Es esencial reconocer que, aunque el Internet proporciona acceso a información valiosa y oportunidades ilimitadas, también presenta desafíos en términos de privacidad y seguridad para las personas y las empresas” dijo Catalina Barragán, directora de Comunicación Corporativa de LLYC México.
Por ejemplo, el año pasado en México, solo el 41,7% de las empresas y organismos de gobierno, pudieron defender preventivamente los ciberataques que se presentaron, lo cual da como resultado otro dato importante: el 58,3% de los ataques lanzados contra ellos tienen éxito, de acuerdo con datos de SILIKN.
La anticipación y la comunicación transparente juegan un papel esencial dentro de un entorno digital en constante evolución. LLYC ha detectado —por medio de diversas escuchas— que los usuarios no quieren que las empresas oculten las ciberamenazas o en su defecto, los ciberataques. “Exigen una comunicación honesta y eficiente sobre los sucesos que a ellos también les impactan. Por ello, las empresas deben ser capaces de transmitir información oportuna y adecuada para mantener la confianza y proteger su reputación al interior y al exterior” destacó Barragán.
Para ayudar a que las empresas anticipen los riesgos y fortalezcan su reputación ante una eventual situación derivada de una amenaza cibernética, LLYC México hace cinco recomendaciones relacionadas con: educación al usuario, estrategias de antifragilidad, comunicación transparente y oportuna, cumplimiento conectado y responsabilidad conjunta.
Considera que el factor humano es el elemento al que más atención hay que prestarle ante el riesgo que implica una mayor digitalización de procesos, ventas e interacciones en redes sociales, apps y plataformas. “Existe una clara demanda y necesidad de mayor información que permita a las personas detectar ciberriesgos y evitar ser víctimas de los ciberdelincuentes cada vez más sofisticados”.
Otra recomendación es fortalecerse ante las adversidades y estar preparados para que los ciberataques impacten lo menos posible. Esto implica sumar a directivos de comunicación y relaciones institucionales a la estrategia de respuesta.
Es esencial contar con un programa que conecte la política de cumplimiento con la cultura de la organización para garantizar su verdadera implementación. “En este punto, la creatividad juega un papel diferencial entre seguir mandando memorandos de ‘reglas y deberes’ vs. un cumplimiento conectado con la cultura organizacional”.
En relación con la comunicación, explican que cada audiencia impactada debe ser atendida de manera cercana con la finalidad de que el pánico —inevitable en estas situaciones— no sea el protagonista.
Y como colofón, está la responsabilidad de todos. “La comunicación creativa y diferencial para generar mayor sensibilidad y educación sobre el papel de cada uno frente a ciberamenazas debe ser una prioridad”.