“En México, si eres mujer, tienes dos veces más probabilidades de sufrir violencia en comparación con un hombre. En este país es más seguro ser Fernando que Fernanda” así cierra el corto “Fer” que ilustra la campaña Niñas Imparables, la más reciente iniciativa de Save The Children en México, desarrollada por la agencia Anónimo.
Para conocer los entretelones de esta iniciativa, PRODU entrevistó a Nivia González-Pastor, subdirectora de Marketing y Campañas de Save the Children; Rodrigo “Coco” Casas y Fernando Parra, directores creativos de Grupo, Anónimo, y Laura Baumeister, directora, Catatonia, todos parte del equipo que logró convertirla en una campaña única y poderosa, gracias a la integración de la publicidad, el cine y un objetivo claro: visibilizar la violencia que existe en México y Latinoamérica contra las mujeres y las niñas, y decir que eso no es normal, ni está bien.
EL CLIENTE: SE ALINEARON LAS ESTRELLAS
La relación de Save The Children y Anónimo, específicamente con “Coco” Casas, se remonta a 2016, y el año pasado la agencia trabajó con ellos para la campaña de Navidad con la pieza “Please Wish Us a Merry Christmas”. En esta oportunidad, Anónimo se acercó a ellos con la idea de un video que pudiera relatar la dificultad que tienen las niñas para ser niñas y todo el tema de violencia que viven.
González-Pastor explicó que la propuesta les llegó en el momento justo, porque en octubre se celebra el Día Internacional de la Niña y ya tenían mapeados diferentes acciones para poder reflejar lo que sucede con el tema de violencia de género, para poder empoderar a las niñas, ofrecerles herramientas y alternativas para enfrentar el problema.
“Se alinearon las estrellas, nos presentaron la propuesta de video, y pudimos alinearlo perfectamente con lo que nosotros queríamos decir, porque sacamos un informe [Recuperar el Poder de las Niñas y Adolescentes en el Tiempo de Mujeres Transformadoras] que habla exactamente de cuántos feminicidios hay al año en México, cuántas niñas son víctimas de trata de personas, cuántas desapariciones, el ciberacoso, la violencia física, mental, sexual, etc. Y todo eso es lo que relata el video. Y cuando tienes un video más allá de lo que puedas poner en una página web o en un informe, te impacta muchísimo más, porque los humanos somos visuales, y cuando lo puedes ver, lo sientes” dijo.
Agregó que aunque la organización no tiene el poder de impedir el asesinato de niñas y mujeres, sí pueden intentar cambiar el chip que existe en la sociedad sobre los aspectos culturales, el machismo, el tema de los roles y los estereotipos de género, y concientizar que no solamente son las mujeres que viven en casa o las que nos rodean, sino que son todas. “Y de algún modo poder ir mitigando todo este tema de violencia de género que vivimos a diario. El video nos ayudó a explicarlo y a darle de algún modo cierta solución”.
LA AGENCIA: LA IDEA
“Coco” Casas dijo que cada determinado tiempo, Anónimo apunta a alguna asociación sin fines de lucro o con una causa para trabajar pro bono. “Y también generar, de alguna u otra manera o producir una gotita de cambio en la sociedad. La idea nace a partir de toda la violencia en múltiples formas que viven las mujeres y sobre todo las niñas”.
Explicó que se dieron cuenta, a partir de estadísticas del INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México), que las mujeres, sobre todo las niñas, tenían el doble de probabilidad de sufrir más violencia que un hombre. Y el guion de la pieza “Fer” nace a partir de un pensamiento del equipo donde se preguntaron: “¿qué pasa cuando una niña sale a la calle y ve en su entorno todas estas escenas de violencia que están hipernormalizadas en esta sociedad?”.
Se encontraron que desde la época de La Revolución mexicana, y en otras culturas y tiempos pasados, para proteger a las mujeres y niñas de ser raptadas o violentadas, se las vestía de hombre para protegerlas. “Es un pensamiento que es culturalmente relevante y complicado, porque es en una sociedad como la nuestra, como la latinoamericana, donde pasa una y otra vez” destacó Casas. “Entonces es básicamente a partir de cierta data, mencionar que si los hombres sufren menos violencia, qué pasa si una madre para proteger a su niña la viste de hombre en su día a día. De ahí nace la idea”.
Parra agregó que la violencia de género de verdad es un problema muy grande, pero no solo de México, sino de toda Latinoamérica. Y que la propuesta de Anónimo es una manera diferente, impactante y dura de narrar esa historia. “También es un poco cruel al ver esa realidad en que las mamás tienen que llegar a esto. No es ficción, es un corto que es muy de realidad y que lastimosamente se normaliza cuando no debería serlo. Es lo que queremos mostrar como agencia, cómo podemos comunicar y hacer algo, hacer algo con este tema”.
Casas dijo que la campaña no se queda solo en el corto “Fer”. “El video forma parte de una iniciativa mucho más grande, que viene acompañada de un dossier, de información, de data repartida a los medios, diferente amplificación en editoriales y medios para que la noticia llegue más”. Agregó que además no solo es un lanzamiento y ya, sino también son creación de talleres, creación de un montón de cosas alrededor y aristas alrededor de todo este problema.
LA DIRECCIÓN: UN GRAN ACIERTO
La escogencia de Laura Baumeister fue un gran acierto. Parra dijo que la directora tiene ese sentido de transmitir, de ser muy humana y mostrar la sensibilidad y la esencia de Fer. “Laura tiene una gran experiencia, tiene un gran recorrido, ha sacado buenas películas con temas muy parecidos”.
De hecho, Baumeister en su ópera prima La hija de todas las rabias, trata la historia de una niña que vive en la basura y logra transmitir y hacer sentir lo que se quería en Fer. “Creo que eso fue lo más afortunado. Y también que ella le dio ese plus” destacó Parra. “Fue un muy buen trabajo en equipo, pero fue muy acertado escoger a Laura por la experiencia que tiene y el trabajo humano”.
Sobre su involucramiento en la iniciativa, Baumeister explicó que con Catatonia tenían unos meses buscando un proyecto dentro del marco de la publicidad que combinara bien con las temáticas y un poco como la mirada que ella tiene respecto al cine. Ella además de directora es socióloga, e incluso había trabajado con Save the Children, pero no desde México, sino desde Nicaragua y Centroamérica. “Entonces hubo como una muy buena combinación entre lo que era la idea, la campaña de Niñas Imparables y un poco este objetivo que nos habíamos trazado con Catatonia y conmigo de encontrar proyectos que realmente resonaran entre todas las partes” dijo Baumeister.
Esta es la primera vez que Baumeister incursiona en el mundo de las agencias y de la publicidad en México. Pero ya tiene tiempo filmando campanas en Centroamérica, en países como Costa Rica, Guatemala, Nicaragua y Panamá.
Además de necesitar una perspectiva femenina a la hora de dirigir, Casas dijo que buscaban una directora de cine, enfocada al cine, porque querían “una pieza que se pareciera más a la vida y menos a la publicidad”.
Otro punto importante fue el casting de la niña y la dirección de actores que encabezó Baumeister. Para Casas y su equipo fue el 90% de la pieza. “Porque necesitábamos confundir de alguna u otra manera al espectador desde un principio y creo que se logró. “Y la verdad es que Laura le dio una perspectiva que nadie más le hubiera podido dar” agregó.
Baumeister coincide con Casas sobre el peso del casting en el corto. “Creo que los mayores retos que tuvimos, que al final siento que son los grandes aciertos, fue encontrar a la niña. Este argumento decía que era un ‛niñe’, o sea, una niña que con pelo corto pareciera niño, pero con pelo largo es niña”. Además, la compañía de casting Pininos es cercana a la directora, y además ella ya había trabajado con la actriz que hace de madre de la protagonista.
“Una vez teniendo a esta niña, la verdad es que no fue tan difícil, porque del casting me di cuenta que ella tenía un montón de herramientas propias” dijo Baumeister. Y en cuanto a la dirección de actores, dijo que ella traía el aprendizaje de su ópera prima. “Yo venía de un acercamiento al trabajo con las infancias y específicamente con los niños actores, muy de mamá gallina, muy sobreprotectora, muy detallista, y este proyecto me enseñó que a veces los niños y las niñas ya saben, que uno no se tiene que meter tanto, que hay que confiar. Esta niña entendió que tenía que representar a una niña que tiene miedo de ser niña y por eso se hace pasar por niño. No le tuve que explicar más”. Agregó que incluso la protagonista entendió hasta la corporalidad de su papel, aunque a veces había que recordárselo.
“Lo que trato es de intervenir lo mínimo, solo lo específico con directrices muy claras y dejar que lo que esa persona tiene no se apague, no se congestione, ni se confunda. También protegerla un poco de que nadie más le dé indicaciones a ella, con eso sí soy muy clara, nadie más le dé indicaciones, nadie más le habla en set” explicó.
Otro elemento importante para Baumeister eran las locaciones. “Para mí en ‘Fer’ las locaciones eran un personaje más”. Explicó que este tipo de violencias, si bien pasan en todos los estratos, hay sectores de la sociedad, como los grandes barrios de la periferia de la ciudades, como en Ciudad de México, donde se concentran, “entonces ese paisaje de estos lugares para mí eran importantes”.
“Lo que nosotros queríamos era comenzar con esta idea de que nos vamos a meter en el barrio, que son estos barrios que hay en México, en Colombia, en Lima, en todas las grandes ciudades latinoamericanas y que son icónicos, que es como el barrio de la falla, que eso a mí me me parece como geográficamente muy poderoso y en México no son tan comunes, pero los encontramos. Por eso el scouter era muy importante porque quería que para Latinoamérica esto fuera una rápida asociación, no solo quedarnos como en el barrio horizontal mexicano” dijo. “A partir de ahí comenzamos a tejer, desarrollamos con fotografía el lenguaje visual que queríamos tener, siempre como la presencia del espacio, la niña en movimiento y situándola en el lugar”.
EQUIPO HÍBRIDO QUE NUTRE
Baumeister explicó que tuvieron la suerte de armar un equipo híbrido. Lo llama así porque se trataba de gente que tradicionalmente hace publicidad, pero la mayoría de las cabezas eran personas que hacen cine activamente, con lo cual hubo mucha flexibilidad.
Para Baumeister esto fue un gran aprendizaje en su trabajo en esta iniciativa: integrar formas de ver y talentos. “La publicidad con un organismo que trabaja campañas sociales, de incidencia y conciencia con el cine y el arte generan cosas poderosas” dijo. “Creo que a veces vivimos muy separados los mundos en general y las especialidades, y los que están en publicidad no dialogan con las campañas sociales y los que están con campañas sociales no dialogan con los de publicidad, y los que estamos con cine tampoco. Como que todo mundo está en su nicho y siento que aprendí como realizadora que fue muy nutritivo escuchar puntos de vistas, opiniones y hasta formas de acercarse a las cosas desde gente que viene de otro oficio”.