Entre los individuos,
como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz
–– Benito Juárez, presidente
de México, 15 de julio de 1867.
Empiezo con esta
frase, porque siento que el respeto es muy importante en la publicidad, hoy más
que nunca. No necesariamente para lograr la paz, sino para llegar a grandes
resultados. Porque cuando respetamos lo que hacemos, y con quien lo hacemos,
las cosas se dan por sí solas. Definitivamente, trabajar en publicidad es un privilegio,
por lo menos así lo veo yo. Porque no todos tienen la oportunidad de dedicarse
a algo tan apasionante, tan diferente cada día, tan lleno de subidas y bajadas.
Lo único que pide la
publicidad a cambio, es dar lo mejor de cada uno todos los días y mucho respeto
a todo lo que se hace:
Respeto a las ideas.
Respeto a la atención
de los detalles.
Respeto al trabajo.
Respeto al trabajo de
los demás.
Respeto al tiempo. El
nuestro y el de los demás.
Respeto a las marcas
para las que trabajamos.
Respeto a la
competencia.
Respeto a los
clientes.
Respeto a la gente que
compra los productos de nuestros clientes.
Respeto a las
compañías con las que trabajamos, como casas productoras y estudios.
Respeto a los que
piensan diferente que nosotros.
Respeto a la gente que
es diferente a nosotros.
Respeto a las mujeres.
A los hombres. A todos.
Respeto a los que van
empezando en esto.
Respeto a los que
tienen más tiempo que nosotros en esto.
Respeto a la
evolución.
Respeto a la historia.
Respeto a la opinión
de los demás.
Respeto a ser
publicista.
Curiosamente el
respeto no se impone, se gana.
Y es por eso que mi
propuesta es que todos pongamos de nuestro lado para respetar la fragilidad de
una idea, y todo el proceso que se requiere para hacerla realidad.
Creo que si nos
tomamos un momento para ver cómo nos comportamos cada día, usando esta lista
como guía, podemos mejorar exponencialmente como profesionales.
Y por lógica, como industria.
Por:
Aldo Quevedo
director creativo principal
Richards/Lerma