Volkswagen hace el New Beetle edición limitada de 65
unidades para festejar su cumpleaños, los vende por Amazon, los entrega en caja
en el domicilio de su compradores y lo ven millones de personas. ¿Una acción de
venta exitosa? No, generación de contenido.
Cuando Tom Hanks en la película El náufrago sobrevive, vive
y revive gracias a Fedex, era más simple. Pocos medios, alta audiencia y
mensaje de una sola vía. Hasta nos daban ganas de irnos a comer una caja de
Fedex de la admiración que nos quedaba en el cerebro.
Pero todo cambió, y la cantidad de medios existentes sumado
a la sofisticación y dispersión de actuales hacen del tradicional branded content una solución parcial si la miramos solo como una serie, un reality o
contenido más cercano a un medio tradicional. La idea es más grande que eso y
debe generar espacios y medios propios, aun cuando partan de algo que ya
conocemos. Netflix y Coca con Stranger Things.
El contenido está disponible para cualquier marca, agencia,
medio, etc., etc., etc., que quiera llegar con un mensaje relevante para el
consumidor de una forma innovadora. Fácil, ¿no? Si estamos más de una hora en redes sociales (Whats app
cuenta), 1 hora en Netflix, 3 comiendo, 1 mirando TV y 5 minutos leyendo un
libro más te vale que sea relevante.
Orientado al consumidor y muy creativo para que lo vean.
Esto nos obliga a no conformarnos con la primera idea, ni la segunda, nos
obliga a buscar hasta encontrar esa idea que cuando sale todos se miran y
asienten como coro góspel. El cambio llegó para quedarse y vamos a andar en
autos que vuelan, sin chofer y deambulando con IA, RV, RA, FoX Alfa, TAx i, Ovn
i, ii, iii x 3, pero hay algo que permanece y no podemos dejar de consumir: el
viejo y querido contenido. La solución a toda agencia, marca y brief en
problemas.
Por
Juan Claverol
Co-Chairman
AC mcgarrybowen