El director general de
Catorce Días, Guido von der Walde, explicó que aunque anticiparon
muchas de las cosas que sucedieron con la pandemia, la economía de su organización
se vio afectada por diversos factores como: cancelaciones de proyectos, principalmente
en la Unidad de Negocio BTL; la reducción de inversiones de mercadotecnia y
hasta suspensión de pagos en algunos casos.
“En términos
económicos, sin duda esta es la peor crisis que hemos enfrentado. Ante este
escenario, fue imprescindible tomar diferentes medidas que, aun estando en
sintonía con la visión humana de nuestra organización, afectaron a varios de
nuestros stakeholders. Gracias al
gran compromiso de nuestra gente, nuestros socios y nuestros proveedores, que
como siempre han demostrado una comprensión y solidaridad absolutas, creemos
que vamos por el mejor camino posible”.
Von der Walde destacó
que también ha habido consecuencias positivas. En su Unidad Digital tuvieron
que sumar recursos a raíz de las necesidades adicionales que sus clientes
comenzaron a tener. “Fue un gran reto plantear un reset estratégico para todas las marcas simultáneamente y
ejecutarlo con efectividad, pero creemos que nuestra gente estuvo a la altura y
logró seguir dando la mejor asesoría ante las nuevas problemáticas que cada
marca enfrenta”.
Además del home
office, consiguieron acortar los tiempos de reacción, complementar el trabajo del
día a día con el desarrollo de iniciativas emergentes que generen valor a los
clientes y a la sociedad en general. “Si pudiéramos abstraernos de la situación
y todas las complejidades que conlleva, paradójicamente estamos viviendo
nuestra mejor versión de agencia y sin duda conservaremos muchas de estas
nuevas prácticas en el futuro”.